Economía

Los 'sabios' que asesoran al BCE piden más sanciones a los bancos y menos exigencias de capital

  • Piden mecanismos automáticos para corregir deficiencias en los bancos
  • Se producen "lagunas" entre requerimientos específicos y prácticas de gobernanza

El Banco Central Europeo ha recibido multitud de críticas por su ineficiencia y por centrarse demasiado en los requisitos de capital en su supervisión de los bancos de la región, en lugar de atender a otros parámetros para mantener la estabilidad de la banca, centrados en la gobernanza.

Un grupo de expertos designado por el BCE para mejorar la supervisión ha concluido que se necesita simplificar el proceso para evaluar los riesgos a los que se enfrentan los bancos. El informe se realizó a petición del presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria. "La supervisión tiene que ser más adaptable e intrusiva y estar más centrada en el riesgo de la actividad bancaria", destacó en la presentación. En el documento también se destaca que el instituto monetario está excesivamente focalizado en reforzar el capital de los bancos, algo que puede llegar a ser contraproducente. 

"El grupo de expertos cree que hay margen para mejorar la eficacia de las medidas cualitativas del BCE", según reza el informe de más de 70 páginas. Estos expertos no creen que haya un proceso de seguimiento real para todas las medidas pendientes y utilizar los poderes de ejecución, incluidas las sanciones, para garantizar su cumplimiento", expone el trabajo.

El grupo de sabios está formado Sarah Dahlgren, miembro de la Fed de Nueva York; Ryozo Himino, subgorbenador del Banco de Japón; el exsubgobernador del Banco de España Fernando Restoy y actual presidente del Instituto de Estabilidad Financiera, y Carolyn Rogers, miembro del Banco de Canadá.

"Los datos muestran que el BCE utiliza ampliamente medidas cualitativas. Sin embargo, el grupo de expertos cree que hay margen para mejorar la eficacia de las medidas cualitativas del BCE", explica el documento. Y apunta a introducir sanciones para "para garantizar el cumplimiento de las medidas". De modo que en una entidad con deficiencias de gobernanza, la penalización no sea con un recargo de capital, lo que podría ser contraproducente para la viabilidad del banco, sino unas recomendaciones que se deben implementar en un determinado periodo de tiempo y, que de incumplirse, implicarían sanciones para el banco en cuestión.

Más sanciones y entrada en la gobernanza

Aun así, los expertos también dijeron que el enfoque del BCE "parece estar demasiado centrado en el capital" y que debería poner más énfasis en las medidas cualitativas para abordar las debilidades de los bancos".

Entre las recomendaciones del informe, los expertos proponen simplificar el proceso de requerimientos a los bancos, impulsando la figura de los equipos de supervisión, que serían el "enlace" entre entidades financieras y BCE.

El documento critica que la imposición de medidas cualitativas, entendidas como requerimientos de capital, no son "siempre consistentes" con la actividad de los equipos de supervisión. "Hay lagunas" entre preocupaciones específicas, con requerimientos de más alto nivel, más relacionados con la gobernanza. El grupo de expertos echa en falta una especie de decálogo de medida, en distinto nivel de intensidad, "como punto de partida" para los equipos de supervisión.

Más poder para equipos de supervisión

Y pone el acento como actualmente los equipos de supervisión hacen un seguimiento de los requerimientos a los bancos, pero no "desencadenan" medidas alternativas cuando no son cumplidos. "Algunas medidas cualitativas no vinculantes han resultado ineficaces", aseguran.

Los expertos proponen un escalonamiento de medidas que se inicia con el análisis del equipo de supervisión, para pasar al comunicado de deficiencias del banco. Los sabios proponen que dentro de las herramientas de los supervisores tengan los poderes legales que tienen el BCE, como realizar requerimientos específicos, adoptar medidas restrictivas, como limitar dividendo o mayor exigencia de capital y por último forzar la entrada de los supervisores. "Mejoraría la coherencia, establecería incentivos más claros para bancos y, en última instancia, aumentaría la eficacia del proceso de medidas cualitativas", señalan.

El BCE dijo que "continuará fortaleciendo las prácticas de supervisión" y evaluará los aportes del informe como parte de una revisión de los procesos de supervisión planificada para 2024.

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