
El Ayuntamiento de Valencia que dirige Joan Ribó ha anunciado por todo lo alto un proyecto piloto sobre la jornada laboral de cuatro días semanales durante el próximo mes que considera pionero a nivel mundial. Hasta el punto de que muchos fuera de Valencia han llegado a hacerse la idea de que gracias a esta iniciativa los valencianos podrán trabajar un día menos que el resto durante estas semanas.
Sin embargo, la realidad es que los trabajadores de Valencia lo que harán será encadenar varios festivos autonómicos y locales para tener los mismos días libres que corresponde a cualquier español. El lunes fue festivo en toda la Comunidad Valenciana (Lunes de Pascua) y el próximo se celebra otro festivo local, San Vicente Ferrer, que cae siempre el lunes siguiente a Pascua. Además, el ayuntamiento ha modificado la festividad del otro santo valenciano, San Vicente Mártir, que de enero se ha pasado al 24 de abril, para así sumar cuatro lunes festivos con el del 1 de Mayo.
La propia presidenta de la patronal CEV Valencia, Eva Blasco, lo define como "una acumulación de festivos en un mes que nada tiene que ver con la jornada de cuatro días" y cuyos resultados servirán de poco, dado que al incluir fechas excepcionales distorsiona la realidad. "Esta semana no hay colegios ni universidad, pero sí más turistas por las vacaciones de Pascua en otros países europeos", apunta. Además, otros municipios del área metropolitana no tienen esos festivos y, por ejemplo, MetroValencia operará en dos de ellos como laborable.
Blasco, que explicó que desde la patronal no se está en contra de esta medida, pero que debe ser en el marco de la negociación del convenio colectivo de cada empresa donde se negocie, también apuntó el interés electoral de que se haga ahora en vísperas electorales.
No es la única pata de la que cojea esta prueba piloto, ya que no va a analizar ni a medir los efectos laborales ni en productividad. El propio Ribó dejó claro que "el ayuntamiento no entra en los aspectos laborales o de negociación colectiva entre empresarios y trabajadores". El experimento se limitará a cuantificar los efectos en la movilidad, el tráfico, las emisiones contaminantes o la hostelería, además de una encuesta a 2.000 vecinos. En el barómetro municipal la iniciativa ya había sido calificada con 7,9 puntos sobre 10.
La semana laboral de cuatro días, de la que Compromís y otros partidos de izquierda como Podemos son adalides, tampoco cuenta con unanimidad entre los sindicatos. El secretario de UGT en Valencia, Ismael Sáez, lo reflejó en un coloquio reciente con una posición que contrastó con la de CCOO: "No estoy convencido de que necesariamente tengamos que ir de cinco a cuatro días. Queda bien, pero no tiene que ser la mejor formulación". Sáez recordó que "la jornada no deja de ser salario, lo que se deja de trabajar es menos productividad" y consideró poco realista que en un contexto en que los convenios recogen alzas salariales inferiores a la inflación se puedan alcanzar acuerdos para reducir horas, salvo si se plantea un cambio en el reparto del trabajo por la revolución tecnológica.
Ayudas de 9.611 euros por trabajador
La semana laboral de cuatro días es un emblema de Compromís en otra administración en que está presente, el departamento de Trabajo de la Generalitat Valenciana. Por segundo año ha convocado ayudas a empresas que ofrezcan esa jornada a parte de su plantilla, de hasta 9.611 euros por empleado durante tres años y un presupuesto de 1,5 millones de euros. Curiosamente aunque el jueves fue publicado en el Diari Oficial (día laborable en la Comunidad Valenciana), se aprovechó por comunicarlo ayer coincidiendo con el piloto del Ayuntamiento de Valencia.
El Gobierno central también ha puesto en marcha un programa de ayudas para incentivar esta reducción de jornada laboral.