Economía

Las exportaciones caen un 6,3% en China y lastran su recuperación

  • El comercio exterior se contrajo en enero y febrero un 8,3%
  • Los intercambios entre China y Rusia crecieron 25,9%
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El principal motor económico de China que impulsó la recuperación durante gran parte de la pandemia se caló al comenzar el año, lo que complica los esfuerzos de Pekín por levantar una economía que todavía está convaleciente tras tres años de estrictas restricciones con la política Covid cero.

En los dos primeros meses del año 2023, las exportaciones del gigante asiático cayeron un 6,3% interanual, lo que suma otro mes de contracciones de una serie que arrancó en el mes de octubre de 2022, según publicó este martes la ofician de aduanas de China.

Aún así, estos resultados mejoran el consenso de Bloomberg, cuyos expertos vaticinaban una disminución media de un 9% en las encuestas. Como referencia, tenían los datos de diciembre que expresaban una caída del 9,9% interanual. En total, durante los dos primeros meses del año las exportaciones chinas facturaron 475.081 millones de euros.

En el caso de las importaciones, estas disminuyeron un 10,2% en los dos primeros meses de 2023 con respecto al mismo período del año anterior. En este sentido, los economistas esperaban que esa caída fuese del 5,5%. Esto quiere decir que entre enero y febrero de este año, las compras al exterior facturaron 365.408 millones de euros.

Finalmente, la suma de ambas cifras da un superávit comercial de 109.682 millones de euros, lo que implica una contracción del 8,3% como consecuencia de la ralentización de la actividad a nivel mundial y una caída de la demanda.

Los datos del comercio exterior se aúnan en los dos primeros meses del año, según explican desde la oficina de Aduanas del país, para evitar la distorsión que generan las vacaciones del Año Nuevo Lunar.

La semana pasada, el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, explicó en una sesión informativa que la presión sobre el comercio exterior "aumentó significativamente" este año debido, principalmente "al debilitamiento de la demanda externa", dijo. A esto añadió que, en muchas compañías, se reportó un "decrecimiento de los pedidos a medida que los clientes retrasaron sus entregas, mientras que el valor de los mismos se redujo y los contratos a largo plazo se acortaron".

Por su parte, el economista para China de Capital Economics, Zichun Huang, aseguró que el volumen de importación de China "cambió poco a comienzos de año" lo que ahogó las esperanzas de un repunte. "Pero aún creemos que la reapertura impulsará, de manera eventual, un repunte de las importaciones".

En este sentido, el consultor experto en China, Julio Ceballos, aseguró a elEconomista.es que estos datos "son preocupantes" aunque están en línea con las expectativas. Ceballos vaticinó que se prevé que el 2023 sea "un buen año" y se recupere gran parte del terreno perdido en el mercado exterior. Ceballos coincide con Huang en que ese terreno se recuperará, sobre todo, en las importaciones.

El crecimiento vendrá de otro lado

El pasado domingo los líderes chinos se reunieron y establecieron un objetivo de crecimiento bruto del PIB para 2023 en el entorno del 5%, después de que las políticas restrictivas del Covid cero y la limitación a la propiedad creada por el gobierno de Xi Jinping limitasen ese crecimiento al 3% el año pasado.

Al mismo tiempo, la pérdida de apetito por los productos chinos por parte de los demás países comenzó su declive en 2022, lo produjo unas perspectivas bastante a la baja de de las exportaciones, uno de los pilares claves que hacía crecer la economía de China en los últimos años.

Por tanto, la probabilidad de que las exportaciones ya no puedan respaldar la economía del gigante asiático tanto como antes hacen pensar que, para alcanzar esos objetivos de crecimiento, Xi Jinping y su gabinete buscarán otros canales con los que expandir la economía. Ese canal es la demanda interna (el gasto de los consumidores y la inversión empresarial), ya que se ha establecido como principal prioridad para el gobierno en 2023.

Julio Ceballos explicó que tanto con Europa como con Estados Unidos las importaciones cayeron en torno a un 5% en ambos casos. "Esto será quizá lo más preocupante, porque el gobierno chino está apostando por reactivar el mercado interno y esa caída en las importaciones demuestran que ese consumo interno no está a la altura de los que se esperaba", aseveró el experto.

Por el momento, la economía de China se recuperó con fuerza después de que el país se abriese el año pasado, mejorando las previsiones y aupando su crecimiento al 3% en 2022. La actividad del sector servicios aumenta de manera constante y el mercado de la vivienda también muestra visos tempranos de estabilidad, con ventas de viviendas en febrero por primera vez en 20 meses.

Crecen un 26% sus intercambios Rusia

Ya es un secreto a voces que China es el principal soporte comercial de Rusia tras las sanciones impuestas por occidente. De hecho, tanto Xi Jinping como Vladimir Putin hicieron públicas sus buenas relaciones, hasta el punto en el que el dirigente ruso insistió a finales de febrero en su "deseo" de reunirse con su homólogo chino. Al mismo tiempo, en una reunión en el Kremlin con el máximo diplomático chino Wang Yi, aseguró que el comercio bilateral entre ambos países "e mejor de lo esperado" y que podría alcanzar los 190.000 millones de euros anuales, frente a los 160.000 millones de 2022.

Por el momento, durante los dos primeros meses 2023 el gigante asiático aumentó sus intercambios comerciales con Rusia un 25,9%, hasta llegar a los 31.608 millones de euros. En concreto, China aumentó un 19,8% sus exportaciones a Rusia, hasta los 14.109 millones de euros, es decir, un 31,3% más. En cambio, las exportaciones a la Unión Europea cayeron un 12,2% interanual y con Estados Unidos se redujeron un 21,8% en comparación con el mismo período del año anterior.

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