Las sanciones que están imponiendo los países occidentales a Rusia están transformando por completo las rutas que seguían los flujos de petróleo desde su origen (países productores) hasta sus destinos (refinerías y países importadores). En un intento por esquivar las sanciones de la UE y mantener sus exportaciones de crudo, Rusia ha alquilado y comprado una cantidad importante de pequeños buques para mover el petróleo de un lugar a otro, intentando mantener su rentabilidad, con tan 'mala suerte' para España que uno de los lugares elegidos para realizar los trasvases de crudo de barcos pequeños a otros petroleros más grandes se encuentra cerca de las costas de Ceuta. España ha intentado evitar que estas peligrosas operaciones se produzcan en esas aguas con nulos resultados.
Rusia está levantando una flota fantasma o paralela para poder mover su petróleo de un lugar a otro. Antes de las sanciones, Rusia contrataba a empresas occidentales que trasportaban su crudo. Tras las sanciones, Moscú ha tenido que buscar soluciones, puesto que la mayor parte de las grandes navieras, aseguradoras, avalistas... pertenecen a empresas occidentales que se niegan o no pueden (sanciones) transportar el crudo de origen ruso.
En medio de todo este trasiego, una ciudad española se convirtió en un punto clave para las operaciones de la flota fantasma de Rusia: las aguas de Ceuta protagonizan las operaciones de estos barcos que trasvasan el crudo a otros buques más grandes para que lo transporten a diversos puertos del mundo.
España no logra prohibir el trasvase de crudo ruso en aguas internacionales Madrid
Lo primero que ha hecho el Gobierno es reconocer que al este de Ceuta, más allá de las aguas que están bajo competencia de la Capitanía Marítima, se están realizando desde hace tiempo transferencias de carga -como el petróleo ruso- entre buques en el mar sin que por parte de España se puedan prohibir o regular.
De acuerdo con el reglamento de sanciones a Rusia y a la vista de las navegaciones que han realizado distintos buques, fuentes del Ministerio de Transportes señalan que no se puede afirmar que se esté produciendo una vulneración del mismo, según ha podido confirmar la agencia Efe.
En base a la información publicada por Bloomberg, las mismas fuentes señalan que salvo uno de los buques mencionados que es de bandera chipriota, el resto no serían de bandera rusa sino Panameña, principalmente. Al estar abanderados en terceros países no les es de aplicación el reglamento, dado que además realizan el trasvase del crudo en aguas internacionales. Con todo ello, la actuación española no puede ir más allá del seguimiento de estos buques y de impedir la asistencia técnica a los mismos en puerto español.
Lo único que podría hacer España es sancionar a empresas que colaboren con la 'flota fantasma'. La Capitanía Marítima de Ceuta ha advertido por escrito a al menos dos empresas locales dedicadas a la prestación de servicios a barcos en los alrededores de la ciudad autónoma que se exponen a sanciones si facilitan elementos imprescindibles como las conocidas 'defensas yokohama' para hacer trasvases entre buques de hidrocarburos u otros productos vetados por la UE procedentes de Rusia.
El órgano dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha tomado esta decisión después de que el domingo pasado entrase en vigor la última actualización del Reglamento (UE) Nº 388/2014 relativo a medidas restrictivas motivadas por acciones de Rusia que desestabilizan la situación de Ucrania. En ella se prohíbe expresamente "prestar, directa o indirectamente, asistencia técnica, servicios de intermediación o financiación, o asistencia financiera en relación con el comercio, la intermediación o el transporte, incluso mediante transbordo entre buques, a terceros países de petróleo crudo o productos petrolíferos" originarios de Rusia "o que hayan sido exportados" desde ese país.
Fondeo en Gibraltar
Fuentes del departamento de Transportes indican que dos de los buques han hecho escala de fondeo en Gibraltar, posiblemente para aprovisionamiento o relevos de tripulación.
Hasta el 5 de febrero se puede, de acuerdo con el reglamento, seguir importando determinados tipos de hidrocarburos desde Rusia, realizar el transporte de los mismos -incluido el trasvase de la carga entre buques- y prestar asistencia a estos. Todo ello, sin perjuicio de que el derecho internacional sobre el derecho del mar ampara el paso inocente por el Estrecho de Gibraltar.
España sí podría actuar si las operaciones se produjesen en aguas nacionales
En el supuesto de detectar un buque haciendo transferencia de carga en aguas territoriales españolas, España podría iniciar procedimientos para la inspección y adoptar las medidas que se estimen necesarias, como la retención del buque para iniciar un procedimiento sancionador.
La transferencia de carga entre buques en el mar, conocida como STS (Ship to Ship), es una práctica habitual en el transporte marítimo, que se realiza en puntos geográficamente estratégicos, como puede ser, en este caso, las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar. Esta práctica no está prohibida internacionalmente y, por lo tanto, puede llevarse a cabo en aguas internacionales por cualquier buque. De hecho, hay países que permiten esta práctica, como Estados Unidos.
¿Cómo funcionan estas operaciones?
Hasta la invasión de Ucrania, Rusia no había utilizado apenas las aguas cercanas a Ceuta como escala para mover su petróleo. Antes de la guerra, Moscú enviaba el crudo directamente a las refinerías europeas con pequeños petroleros. Pero el Kremlin comenzó a utilizar 'las costas de Ceuta' como base para las transferencias de barco a barco, primero de forma esporádica y ahora de forma rutinaria.
La ruta es la siguiente: Rusia carga crudo en petroleros de pequeño tamaño llamados Aframaxes en sus terminales de exportación del Mar Báltico, como Primorsk y Ust-Luga. Los buques, reforzados para romper el hielo del Ártico durante el invierno, transportan el crudo hacia Ceuta.
Entre Aframax y VLCC
Cerca de esta ciudad, los Aframaxes, que transportan alrededor de 700.000 barriles, esperan hasta que llegan los grandes petroleros, conocidos como Very Large Crude Carrier (VLCC). Los Aframax se acercan a los VLCC y transfieren la carga de barco a barco, explica Javier Blas en su columna de Bloomberg. Normalmente, se necesitan hasta tres de esas operaciones para cargar un VLCC, que puede transportar al menos 2 millones de barriles. Posteriormente, el VLCC inicia su viaje hacia Asia, bordeando África.
Desde diciembre, seis VLCC han hecho exactamente eso, tomando crudo de más de 15 Aframax. Algunos de ellos son veteranos en el mercado negro del petróleo, ya que en el pasado enviaron crudo iraní y venezolano, según Vortexa, una consultora que rastrea petroleros. Y Rusia y China parecen estar organizando más paradas de intercambio en Ceuta. Actualmente, dos VLCC están allí esperando que lleguen los camiones cisterna. Mientras tanto, EEUU presiona a China para que no facilite a Rusia la exportación de crudo y reduzca las compras del mismo.
Se respeta la ley internacional
Moscú parece respetar, hasta el momento, la ley internacional: los petroleros permanecen en gran medida a 12 millas náuticas de la costa, el límite de las aguas territoriales, aunque a veces parecen haberse acercado a Ceuta, en lo que España considera sus aguas territoriales, según el seguimiento de la terminal de Bloomberg.
Los rusos también cumplen con las normas internacionales al mantener encendidas las balizas de los barcos. Pero es un negocio arriesgado; la mayoría de los petroleros que recalan en Ceuta desde diciembre han visto días mejores. El más viejo tenía 26 años, lo que, en términos humanos, equivale a alguien de 70 años. La propiedad es en gran parte rusa y china, y su cobertura de seguro es opaca en el mejor de los casos. El riesgo de un vertido es alto.
Una práctica muy peligrosa
España, en concreto, no permite esta práctica en su mar territorial por los riesgos inherentes que conlleva, como podrían ser un posible derrame de la carga u otros relacionados con la seguridad operacional del buque. En este sentido, los controles que lleva a cabo son con carácter preventivo, por si los buques que realizan estas actividades se vieran envueltos en algún tipo de incidente operacional.
Los controles sobre los buques que realizan STS en este entorno los lleva a cabo la Dirección General de la Marina Mercante de forma habitual mediante el control del tráfico marítimo encomendado a los centros de Salvamento Marítimo (Sasemar) y también con el apoyo del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Verdemar-Ecologistas en Acción ha presentado un escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores advirtiendo de que "desde hace meses petroleros con hidrocarburos procedentes de Rusia están llevando a cabo operaciones de bunkering sin control" a unas 15 millas de Ceuta. Según han argumentado en el escrito, recogido por Europa Press, se trata de petroleros con destino a África que "están recibiendo trasvases de combustible, en varias ocasiones procedente de petroleros cargados con combustible de origen ruso".
En este sentido, los ecologistas han explicado que estas operaciones de bunkering se están haciendo en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar de Alborán en ocasiones, otras en la Zona Contigua al Mar Territorial de Marruecos. "Estos trasvases se hacen sin control y en ocasiones con la monitorización satelital (AIS) apagada. Estos sistemas de navegación por satélites proporcionan la posición exacta en la que se encuentra el buque petrolero", ha añadido.
En este sentido, ha recordado que "las operaciones de bunkerig están reguladas por la Organización Marítima Internacional en el convenio de Marpol, los trasvases de combustible en la ZEE deben ser comunicados al Estado Ribereño". Además, ha advertido de que "con los temporales estas operaciones ponen en riesgo la Reserva Marina del Mar de Alborán y otras Zonas Marinas Especialmente Sensibles por sus valores ambientales".
Finalmente, Ecologistas en Acción ha recordado en su escrito que las costas del Mar de Alborán albergan una de las mayores poblaciones de Patella ferruginea, una lapa que es una especie endémica del Mediterráneo y que actualmente sus poblaciones se encuentran tan mermadas que está catalogada internacionalmente como "en peligro de extinción".