
Donde hay una crisis, hay una oportunidad. A este viejo axioma se adhiere ahora Gautam Adani, el hombre más rico de India y el tercero más adinerado del planeta con un patrimonio de 120.000 millones de dólares. Adani no ha faltado al Foro Económico Mundial celebrado en Davos esta semana, y de allí extrae la conclusión de que las muchas amenazas que acechan a la economía global pueden suponer una oportunidad para aquellos que sepan aprovecharla. Aunque advierte, irónico: "Actualmente, la calidad de las predicciones de los economistas es tan buena como mi habilidad para esquiar".
"Las reglas se han reescrito, pero de forma totalmente imprevista. Esta avalancha de riesgos multidimensionales no tiene precedentes, y su confluencia crea un efecto compuesto mucho mayor o una 'policrisis'", resume Adani en un texto publicado en LinkedIn. "Además de la continua fragmentación geoeconómica y el uso de la política económica como arma, estamos asistiendo a la Gran Fractura (un término acuñado por el secretario general de la ONU) - el desacoplamiento de China y EEUU, que tiene consecuencias globales masivas y diluirá gravemente la globalización económica", apunta.
El milmillonario ve aquí una oportunidad para India y los países de ASEAN (los estados del Asia Sudoriental, como Vietnam o Singapur), ya que augura una "diversificación de la cadena de suministros" una vez que Occidente reduzca su dependencia de Rusia y China.
La primera de las claves que subraya Adani es que la geopolítica está cambiando a pasos agigantados, con las relaciones entre países variando en función de intereses y no de lealtades en general. "Ningún país quiere hacer una apuesta única", señala. Pone como ejemplo el proyecto NEOM en Arabia Saudí, que establecerá un punto de referencia sin precedentes en el aspecto de una "infraestructura integrada que el resto del mundo aspira a construir".
En segundo lugar, Adani subraya que la cacareada transición energética hacia las energías renovables está dando muestras de responder fundamentalmente a los intereses nacionales de los países, al tiempo que se empieza a reconocer ampliamente que "necesitamos un plan pragmático de transición energética que incluya a los combustibles fósiles para lograr un crecimiento inclusivo". Así, subraya que EEUU y Europa están reclamando una agenda común en esta dirección mientras siguen defendiendo sus propias agendas.
En tercer lugar, el magnate indio ha puesto el foco en la inteligencia artificial. Adani alude a ChatGPT como un "momento transformacional", la punta de lanza de lo que potencialmente puede ser una revolución como la de los semiconductores en el último medio siglo. Y advierte de que China está claramente a la cabeza en esta nueva carrera tecnológica, si se toma como referencia el número de artículos académicos que han presentado al respecto desde el gigante asiático en el último año y que doblan en número a los presentados por estadounidenses.
Finalmente, el multimillonario indio se muestra moderadamente escéptico con el supuesto retroceso de la globalización, argumentando que "es casi imposible que un país o una empresa se desacople y se vuelva completamente autosuficiente". "Sería demasiado agotador y prolongado", señala. Sin embargo, sí ve oportunidades en ese desacoplamiento de Occidente hacia China y Rusia para potencias emergentes como Brasil, Oriente Medio o los países africanos.
Pero su optimismo es especialmente reseñable con respecto al caso de India, que "podría ser el principal punto brillante de entre varias de las grandes economías", destacando el papel que han jugado los empresarios indios en el Foro de Davos.