Economía

El impacto de la 'Gran Renuncia' en los salarios ha tocado techo

  • La mejora de sueldos en las ofertas de empleo se estanca a cierre de año
  • La inflación subyacente marca el ritmo en Europa
  • España consolida la pérdida de poder adquisitivo aun cambiando de trabajo

Se le llame 'Gran Dimisión', 'sobrecalentamiento' del mercado laboral o, simplemente, dificultad para encontrar mano de obra, el desencaje entre oferta y demanda de trabajadores se ha convertido en un quebradero de cabeza para los bancos centrales durante 2022. La razón no es otra que su efecto en los salarios y, por ende, en la inflación. Pero un nuevo informe apunta a que este impacto ha tocado techo.

Así lo indican los datos de cierre de año del Indicador de Salarios de Indeed Hiring Lab, un informe que analiza los incrementos salariales en las ofertas de empleo publicadas en Estados Unidos, Reino Unido y la zona euro, con especial interés a las principales economías de esta última: Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos y España.

Este análisis apunta a una desaceleración en la mejora de los salarios en las ofertas en todos los países analizados. Solo casos como España, Francia e Italia resistieron en diciembre, aunque en su caso lo que se produjo es un estancamiento. Esta situación lleva a los autores del estudio a concluir que "el crecimiento salarial post-pandémico ha tocado techo".

Esa conclusión supone un aval a las tesis de la Fed y la BCE de que el endurecimiento de la política monetaria podría 'enfriar' el mercado laboral sin provocar un repunte significativo del desempleo. Y es que lo que a estas instituciones más les preocupa en estos momentos no es tanto la falta de mano de obra en sí, como el hecho de que las empresas se vean obligadas a subir los salarios no solo para contratar, sino para evitar que sus trabajadores se vayan a otras empresas.

En este sentido, el análisis de Indeed da una visión clara de cuánto estarían a pagar esos empleadores. Un dato interesante sobre todo en países como España en los que el único indicador de negociación salarial proviene de los convenios colectivos. En 2022 cerró en el 2,7%, muy por debajo del 3,9% de las ofertas.

Aun así, el estudio presenta ciertos límites. El primero, es que no todas las empresas incluyen los sueldos en sus ofertas, y esto fluctúa mucho entre países. Así, mientras en Estados Unidos y Reino Unido esta transparencia alcanza a entre el 40% y el 50% de las vacantes, en Alemania solo llega al 10%. En España se sitúa en el 13%.

La razón es que los países con una negociación colectiva centralizada, los sindicatos y la patronal consideran que la franja de negociación debe recogerse en los convenios, aunque a la hora de la verdad la diferencia es abultada.

Esto va a cambiar tras una reciente directiva europea que obliga a los países a informar de los sueldos a los candidatos, si bien está por ver hasta qué punto se traslada a las ofertas publicadas.

En cualquier caso, lo que sí muestran los datos es que la relación entre ofertas salariales e inflación ha sido muy diferente en Estados Unidos y Europa. Así, en la zona euro y Reino Unido las subidas de sueldos ofertadas han seguido el ritmo de la inflación subyacente, mientras en Estados Unidos se han visto mucho más afectadas por la general.

Esto revela una mayor volatilidad de los salarios americanos, lo que explica la agresiva estrategia de la Fed: su economía es mucho más permeable a los efectos de segunda vuelta en la inflación. En Europa, aunque ese riesgo también existe, el mayor peso de la negociación colectiva (y de los sindicatos) ha contribuido a moderar esta volatilidad y ajustarla a la evolución de los productos clave de la cesta de la compra.

La diferencia de España

Sin embargo, en este apartado España se desmarca del Viejo Continente. En nuestro país, la contrario que en la zona euro, la inflación subyacente supera la general (5,7%) y se sitúa en el 7%. Sus ofertas salariales siguen muy por debajo de ambas.

Una de las razones es que España es uno de los países que el país de la muestra con la menor tasa de puestos vacantes, apenas un 0,9%, frente al 4,3% de Alemania. Aunque el 34% de las empresas ven un problema en la falta de mano de obra.

Esto podría considerarse un indicio de que una tensión laboral mayor en España. Aunque nuestro país es de los que más ha reducido los aspectos más volátiles de la inflación, sigue teniendo el problema de que las empresas no pueden compensar la pérdida de poder adquisitivo.

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