
Foment del Treball encadena su segundo año en números negros. La patronal catalana pasó desde 2015 a 2020 en pérdidas, pero ya en 2021 logró retornar a los beneficios. A falta del cierre oficial, la organización obtendrá en 2022 unas ganancias de 276.363 euros; un 60% más que los 169.000 euros que se embolsó la campaña anterior. La entidad todavía tiene camino por recorrer, eso sí, para enjugar los 1,9 millones que se dejó en los seis años consecutivos de pérdidas.
En una junta celebrada este lunes, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, dio a conocer los grandes números con los que se zanjó el último año. La escalada de las ganancias se justificó por los diferentes programas realizados por la patronal y la incorporación de nuevos socios a lo largo del ejercicio. En las últimas semanas, la patronal anunció el fichaje de empresas como Google y el Gremio de Restauración de Barcelona.
A pesar de la subida, los 276.363 euros quedarán ligeramente por debajo de lo presupuestado. Los cálculos de la patronal pasaban por obtener un beneficio de 284.300 euros con unos ingresos de 7,01 millones de euros y unos gastos de 6,73 millones, según la información comunicada el año pasado. Los ingresos de la campaña fueron finalmente de 7,75 millones, por encima de lo esperado.
Para 2023, Sánchez Llibre no ofreció ninguna previsión de beneficios, pero sí auguró una facturación de 7,8 millones.
La asociación logra así asentar la senda de los números negros, retomada en 2021 tras seis años en pérdidas. Las últimas ganancias hasta entonces habían sido los 413.080 euros de 2014. Desde entonces, la cuenta de resultados estuvo teñida de rojo: en 2015, -232.073 euros; en 2016, -247.545 euros; en 2017, -136.150 euros; en 2018, -972.723 euros; en 2019, -187.763 euros y en 2020, -115.742 euros. En total, 1,89 millones de euros en acumulados.
Mensaje al Gobierno
Más allá de dar a conocer una primera previsión de sus resultados, Foment también aprovechó la junta para lanzar un mensaje al Gobierno en un año que estará marcado por las elecciones locales y generales. Sánchez Llibre pidió evitar el electoralismo y que las diferentes convocatorias no distraigan al Ejecutivo de "de las medidas que hace falta tomar para la marcha de la economía". "Deben centrarse en los retos que hay", añadió.
El dirigente recordó que España y Cataluña moderarán su crecimiento y que la actividad todavía no ha recuperado los niveles de PIB previos a la crisis del coronavirus. Sobre la mesa se mantienen los desafíos de la guerra de Ucrania, los problemas logísticos, los precios de la energía y la subida del coste de la vida. "El control de la inflación debe ser una prioridad por tal de no provocar más diferencias de las que ya sufrimos", advirtió.
Además, se mostró crítico con la gestión que se está haciendo hasta la fecha de los fondos europeos Next Generation EU. "Hace falta gestionarlos con más eficiencia; todavía no tienen el impacto positivo que esperábamos", lamentó.