El INE vuelve a sorprender con una revisión de los datos pasados del PIB. Durante la primera parte del año la economía creció mucho más de lo esperado inicialmente hasta alcanzar un ritmo anual del 4,4%, frente al 3,8%. Los datos revisados apuntan a que el consumo de las familias ha sido mucho más intenso. También el excedente de explotación, los beneficios empresariales. Las exportaciones también han tenido un mayor impacto al previsto. La mejora de los datos en el primer y segundo trimestre implicará un impulso del PIB para todo 2022, a pesar del frenazo que sufre la economía en lo que resta del ejercicio.
Nueva revisión de calado del INE. El organismo ha elevado el PIB de la economía española en lo que va de año de forma sensible. Ha tocado las tasas del primero hasta el tercer trimestre de 2022, apuntando a un crecimiento mucho más fuerte de lo inicialmente previsto hasta dejar el ritmo anual de crecimiento al 4,4%, seis décimas por encima de la estimación inicial. La economía española ha pasado en semanas de malos augurios de entrada en recesión técnica, a terminar el año con un ímpetu inesperado. La actualización de Estadística apuntan a que el consumo de las familias está siendo más fuerte de lo que piensa, sobre todo, en el segundo trimestre. En tasas trimestrales, el gasto en consumo ha sido mejorado en cinco décimas al 1,7%, y en términos anuales, la mejora ha sido de nueve décimas al 3,4%. La caída del gasto también fue inferior al previsto en el primer trimestre del año y para el tercero se ha tocado ligeramente a la baja.
La sensible mejora sorprende con los últimos mensajes negativos sobre el consumo. En el actual contexto inflacionario y de encarecimiento de la financiación, la renta neta disponible debería ser la más perjudicada y afectar a la demanda interna de la economía. Además, este año debía ser el boom del consumo interno provocado por el ahorro forzoso de la pandemia, pero ni se ha producido, ni se producirá, destacaba un documento interno del Banco de España. Los 60.000 millones de las familias, que iban a impulsar el PIB, se están drenando hacia inversiones o, simplemente, están siendo retirados a depósitos. Y la pequeña parte que podía terminar en la economía real ya se la ha comido la inflación. Entonces, ¿de dónde viene la mejora del consumo y la fuerza de la demanda interna?
Por un lado, el INE también ha revisado los componentes de la renta de los asalariados. Pasan de crecer un 4,8% a un 5,3%. Hay un reflejo de mayores salarios que podría explicar en parte el repunte del consumo durante la primera parte del año. También hay una ligera en la mejora de la inversión. Por otro lado, el instituto ha señalado que la aportación de las exportaciones han sido mucho mejores de lo esperado inicialmente. La demanda externa presenta una aportación de 3,6 puntos frente a los 3 puntos anteriores. Las exportaciones crecieron entre julio y septiembre, un 18,8, respecto al año pasado. Inicialmente, se pensaba que era un 18%.
Pero donde hay una sensible mejora son en los beneficios empresariales que se reflejan en el PIB. El excedente de explotación bruto pasa en el primer trimestre del 12,1% al 12,9%; en el segundo, del 12,5% al 15,7% y en el tercer trimestre, donde hay un parón de la actividad económica, recibe una mejora de 2,5 puntos hasta el 13,6%.
En público y en privado, muchos economistas se están quejando abiertamente de las fuertes revisiones que está ejecutando el INE en sus revisiones. Las previsiones parten de los datos oficiales. Al modificarse las perspectivas quedan en papel mojado. Curiosamente, la revisión del tercer trimestre respecto a la estimación inicial ha sido más moderada y a la baja. El crecimiento del PIB entre julio y septiembre ha sido rebajado al 0,1%, desde el 0,2%. Pese a que el retoque estadístico es mínimo, ya de momento dejan caducas las últimas previsiones del Banco de España. La institución apuntaba a un crecimiento del 0,1%, pero recortando el tercer trimestre el dato salvo hecatombe puede ser una décima mejor.
La pandemia está trayendo de cabeza a los responsables de elaborar estadísticas. Desde 2020, los datos de PIB están siendo sometidos a profundas actualizaciones desde las primeras estimaciones. Hay que tener en cuenta que el primer dato se elabora con la información parcial del trimestre. "La mayoría de los indicadores estadísticos sobre la evolución económica reciente ofrecían resultados hasta el segundo mes del mismo", explica hoy el organismo. Faltaba por introducir todos los datos disponibles de septiembre.
"Los efectos económicos de la pandemia COVID-19 se han puesto de manifiesto en los agregados de la Contabilidad Nacional de España desde el primer trimestre de 2020, su impacto sobre la actividad económica y el empleo, plantea, desde entonces, un desafío sin precedentes", ya explicaba en septiembre. Los datos de hoy publicados incorporan todos los indicadores estadísticos que marcan la evolución económica del tercer trimestre de 2022, "cuya información abarca ya, en la inmensa mayoría de los casos, el conjunto del mismo".
Todo el esfuerzo por encajar la realidad económica a los datos se produce en mitad de cambios de dirección en el INE. El presidente del INE, Juan Rodríguez Poo, fue forzado a dimitir por presiones del Ministerio de Economía, después de haber recibido críticas de Caixabank Research, y del propio Gobierno por la forma en que calculaba el PIB. Es la primera revisión que se produce bajo la dirección de Elena Manzanera.