Economía

El gran precipicio al que se asoman las pequeñas empresas de EEUU tras la última subida de tipos

  • El alza de la Fed llevará el interés de sus préstamos por encima del 10%
  • Los expertos consideran ese 10% una importante "barrera psicológica"
Calle estadounidense con pequeños comercios. Foto: iStock

Es habitual dividir el ecosistema empresarial de EEUU entre Wall Street y Main Street. Si la primera pata corresponde a las grandes firmas que cotizan en bolsa, la segunda se emplea para referirse a los negocios de a pie. Aunque las subidas de tipos decretadas por la Reserva Federal para aplacar la inflación afectan a ambas, la última aprobada este mismo jueves por el banco central será especialmente lesiva para los pequeños negocios.

La decisión de la Fed de elevar en 50 puntos básicos más (hasta el rango 4,25%-4,5%) los tipos de interés federales, añade medio punto porcentual al coste del capital ajeno, que alcanza su nivel más alto en 15 años. La demoledora lectura llega rápido: la mayoría de los préstamos a pequeñas empresas alcanzarán un nivel de intereses de dos dígitos por primera vez desde 2007.

El coste de los préstamos y de los pagos mensuales de intereses de la deuda empresarial ya ha aumentado rápidamente tras las sucesivas subidas de los tipos de interés de la Fed desde la primavera de este año, pero el nivel del 10% es un umbral psicológico que, según los expertos en préstamos para pequeñas empresas, pesará sobre muchos empresarios que nunca han experimentado un contexto parecido.

Este cálculo se deriva del conocido como tipo de interés preferente o prime rate, que viene a ser el tipo que los bancos estadounidenses imponen a sus clientes de menor riesgo crediticio. Dicho indicador sirve como base para fijar otros tipos del mercado. Con el alza de 50 puntos básicos de la Fed, este tipo pasa al 7,5% -el más alto desde 2007-.

Como los prestamistas de las pequeñas empresas incluidas en el repositorio de la Small Business Administration (una agencia gubernamental para apoyar a la pequeña empresa, SBA por sus siglas) están limitados a un diferencial máximo del 3% sobre este tipo preferente, la decisión de la Fed de este jueves los llevaría al 10,5%, también la cota más alta desde antes de la gran crisis financiera. Un nivel notablemente alto, pese a que el acceso a préstamos bajo el respaldo de esta agencia ofrece ya de por sí a los pequeños negocios unos términos más ventajosos.

El pago mensual de intereses que harán los propietarios no es muy diferente de lo que ya se ha convertido en uno de los principales costes de las subidas de tipos de la Fed en Main Street. El servicio de la deuda en un momento de inflación de los insumos y de la mano de obra está obligando a los empresarios a tomar decisiones mucho más difíciles y a sacrificar margen. Pero habrá un efecto psicológico añadido entre los posibles nuevos solicitantes.

"Los empresarios tendrán mucho cuidado a la hora de contraer nuevas deudas el año que viene", señala en la CNBC Chris Hurn, fundador y consejero delegado de la entidad crediticia Fountainhead. "En menos de un año, habremos pasado de una horquilla del 5-6% a duplicarse, lo que tendrá un tremendo efecto psicológico", incide el experto.

"Cada 50 puntos básicos cuestan más y no se puede negar que, psicológicamente, es un gran problema. Muchos empresarios nunca han visto una subida de dos dígitos", coincide Rohit Arora, cofundador y CEO de préstamos a pequeñas empresas Biz2Credit. "La psicología importa tanto como los hechos y podría ser un punto de inflexión. Unas cuantas personas en las últimas semanas me han recalcado lo de los dos dígitos".

Pero no solo es llegar, sino mantenerse. Más allá del umbral psicológico que suponen unos intereses por encima del 10%, la expectativa es que la Fed mantendrá los tipos elevados durante un largo periodo de tiempo. Incluso al ralentizar las subidas de tipos y detenerlas potencialmente tan pronto como a principios del próximo año, no hay indicios de que la Fed vaya a pasar a recortar los tipos, incluso si la economía entra en recesión. El daño sería continuado.

Este problema se verá agravado por el hecho de que, a medida que la economía se ralentice (sigue coleando la perspectiva de recesión), aumentará la necesidad de pedir prestado de los empresarios, que se enfrentan a un descenso de las ventas, y es poco probable que reciban ayudas adicionales de la Fed o del Gobierno federal.

Reducir la inflación del 9% al 7% seguramente haya sido más fácil que conseguir que pase del 7% al 4% o al 3%, destaca Arora, queriendo poner de manifiesto que la Fed no aflojará pronto. "Llevará mucho tiempo y será más doloroso para todos", exclama. Y si los tipos no bajan hasta finales de 2023 o 2024, eso significa "un año entero de pagos elevados y bajo crecimiento, e incluso si la inflación baja, no lo hará a un ritmo que compense otros costes", añade.

El 'cóctel' recesión y tipos altos

Como señaló recientemente el economista y exsecretario del Tesoro Larry Summers, la economía puede estar entrando en la primera recesión de las últimas cuatro décadas en la que se registran tipos de interés más altos e inflación. "Nos espera un problema de largo recorrido", constata Arora. "Esta recesión no será tan profunda como la de 2008, pero tampoco veremos una recuperación en forma de V. La salida será lenta. La salida será lenta. El problema ya no es la subida de tipos, el mayor reto será mantenerse en estos niveles durante bastante tiempo."

Los márgenes ya se han visto afectados por el aumento de los costes de los pagos mensuales, y eso significa que más propietarios de empresas recortarán las inversiones en el negocio y los planes de expansión. "Hablando con propietarios de pequeñas empresas que buscan financiación, la situación está empezando a ralentizarse", confirma Hurn.

Aunque los ratios de cobertura de la deuda -el nivel de flujo de caja necesario para hacer frente a los pagos mensuales de intereses- son señales de alarma, el perfil crediticio de los empresarios no se ha debilitado en general, pero los bancos seguirán endureciendo las normas de concesión de préstamos el año que viene. Los porcentajes de aprobación de préstamos a pequeñas empresas en los grandes bancos cayeron en noviembre al segundo total más bajo de 2022 (14,6%), según el último Índice Biz2Credit de Préstamos a Pequeñas Empresas publicado esta semana; y también cayeron en los bancos pequeños (21,1%).

"Esto está teniendo el efecto deseado por la Reserva Federal, pero a expensas de la economía y de los gastos de estas empresas más pequeñas que no están tan bien capitalizadas", sintetiza Hurn. "Así es como tenemos que domar la inflación y, si no ha sido ya doloroso, lo será aún más", remata.

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