
El think tank económico Funcas critica en un extenso informe dedicado a los Presupuestos que el Gobierno no sea capaz de ajustar el déficit estructural pese al incremento extraordinario de la recaudación. Los dos escenarios que recoge el Ejecutivo mantienen las finanzas españolas con un déficit del 3,9% pese a un alza superior al 6% de los ingresos totales, con el riesgo de que sean coyunturales por la inflación, y una presión fiscal que también supera el 42% del PIB. Así, el déficit rebosaría los 50.000 millones pese a que prácticamente todas las partidas de ingresos no financieros están previstas que mejoren respecto al año previo.
Desiderio Romero-Jordán, investigador de Funcas, advierte, dentro de este análisis de los Presupuestos para 2023, de una "preocupante disfunción" entre los aumentos de recaudación a corto plazo y el incremento de gastos de naturaleza estructural, "lo que añade presión al deterioro del déficit estructural español". El gasto que maneja el Gobierno aumenta casi a un ritmo del 4%, menos que el de los ingresos. Sin embargo, la cuantía nominal del desembolso (entre 640.000 y 650.000 millones de euros) supera a la propia de los ingresos (que ronda los 590.000 millones).
Tal y como destaca Funcas, "una parte relevante del incremento de gasto de 2023 será estructural", y apunta a la Seguridad Social y al sector público. Las pensiones públicas aumentarán en 20.000 millones, y los salarios de los funcionarios presionarán el gasto en otros 5.000 millones que suman el 1,8% del PIB. Además, la propia Seguridad Social absorbe del Estado y de los impuestos parte de su financiación para gastos impropios (esto es, gastos no contributivos), unos 39.000 millones, como recomendación del Pacto de Toledo para separar las fuentes de financiación.
El shock negativo de la inflación, con todos sus contras, es un impuesto en la sombra que mejora los ingresos a corto plazo. Las bases imponibles del IPRF o el IVA se elevan, los salarios mejoran y, como consecuencia, se recauda más sobre la renta, el consumo o las cotizaciones sociales. De hecho, la AIReF espera que la inflación llegue a sumar hasta 17.000 millones extra en estas tres partidas, con especial peso en la mejor de la afiliación y de la mejora de las bases de cotización.
Con todo, desde Funcas destacan que la bola del gasto estructural sigue engordando, mientras la contrapartida de la mejora recaudatoria en 2023 "será de carácter temporal, en lugar de ser resultado de una genuina reforma fiscal, tal como fue acordado previamente con Bruselas".
"Urge la necesidad de afrontar las políticas de gastos e ingresos públicos con una visión menos cortoplacista, con criterios tanto de equidad como de eficiencia, que permitan hacer frente a shocks que a buen seguro estarán por venir, como inesperadamente ocurrieron en 2008, 2020 o actualmente en 2022", sentencian desde Funcas como advertencia al Gobierno.
Roerientar el gasto público anticrisis
Funcas considera preciso "acotar" la dimensión y los beneficiarios de las ayudas puestas en marcha por el Gobierno para paliar los efectos de la actual coyuntura económica, atendiendo también a su coste y a su impacto redistributivo. "La aplicación generalizada de las medidas anticrisis a lo largo del próximo año chocaría con el objetivo de contención de la inflación", advierte Funcas.
Para Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada e investigador de Funcas, la evaluación final de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 dependerá de cómo se concreten las medidas de respuesta a la crisis y de su coste estimado.
Así, defiende que debe encontrarse una solución eficaz en sus resultados, pero financiable y coherente con el margen fiscal "en un entorno que tiende a empeorar", por lo que aboga por "ser muy selectivo" en las medidas a prolongar, e incluso no agotar ya en diciembre el margen disponible ante la posible aparición de nuevas necesidades en los próximos trimestres.
Dentro de esa selección, Lago destaca dos medidas "candidatas" a su recorte o desaparición: la bonificación de 20 céntimos de euro por litro de carburante y las rebajas del IVA de la electricidad y del gas.