
El Banco Central Europeo (BCE) anticipa un incremento de la inflación durante los próximos meses, empujada por la presión de los precios de la energía. En su último boletín, la autoridad monetaria alerta de los riesgos que la continuidad de la guerra en Ucrania presentan para la estabilidad monetaria. "La confianza podría deteriorarse más y las restricciones de oferta podrían volver a
agravarse", afirma el informe que advierte de que los costes de la energía y de los alimentos podrían mantenerse en niveles "más elevados de lo esperado".
El organismo recuerda que tras dos meses a la baja, los precios energéticos volvieron a dispararse en septiembre, disparando la inflación a su récord histórico durante el décimo mes del año al alcanzar el 10,7%. En su reunión celebrada el pasado 27 de octubre, la institución presidida por Christine Lagarde volvió a subir los tipos de interés en 75 puntos básicos y no descartó nuevos incrementos durante los próximos meses.
Las consecuencias de la ofensiva europea contra el alza de los precios ya se ha dejado sentir. El documento señala que la financiación bancaria se está encareciendo, afectando a los préstamos a los hogares. Según el BCE las entidades prevén que sus criterios de concesión sigan endureciéndose en el cuarto trimestre.
Sin embargo, la gran víctima de la subida de los tipos fue la demanda de los préstamos con fines de inversión, que mantiene su descenso iniciado en el segundo trimestre. En este punto, el informe espera una ralentización de la inversión empresarial durante la segunda mitad de año, y pone como ejemplo la caída del 0,4% hasta agosto de la tasa de crecimiento de producción industrial y el retroceso del PMI de nuevos pedidos registrados durante el tercer trimestre. "En la última encuesta telefónica a empresas del BCE, los encuestados sugirieron que la actual indecisión a la hora de invertir obedece a una combinación de incertidumbre elevada, altos precios de la energía y aumento de los costes de financiación", revela la institución europea.
El Eurobanco apunta también al efecto de la inflación en el mercado inmobiliario. Según sus previsiones, la inversión en vivienda habría vuelto a caer en el tercer trimestre, tras el primer descenso del 0,7 % registrado entre marzo y mayo. Según una encuesta de la Comisión Europea, el índice de tendencias de la actividad de la construcción también siguió descendiendo en el tercer trimestre debido al recorte de la demanda, el deterioro de las condiciones financieras y la creciente escasez de material.
Freno del consumo de los hogares
El boletín mensual aprecia un freno en el consumo de la eurozona. "El crecimiento del consumo real de los hogares se habría moderado en el tercer trimestre, y se espera que siga debilitándose hasta final de año". En concreto, el texto justifica su predicción en la debilidad de la evolución de las ventas minoristas, que entre julio y agosto se situaron un 1,1% por debajo del nivel del segundo trimestre.
El documento recoge además la caída del 17 % en las matriculaciones durante los meses de junio y septiembre, y el indicador de confianza de los consumidores comunitarios, en valores mínimos a cierre del tercer trimestre. "Las previsiones de compras importantes de los hogares disminuyeron en septiembre, en consonancia con el deterioro de las expectativas económicas y financieras", apunta el BCE.
Las medidas fiscales aprobadas no ayudan a los vulnerables
Aun así, y a pesar del alza de los precios, el ahorro que los hogares consiguieron acumular durante los años de pandemia podría amortiguar el impacto de la inflación en el consumo de las rentas medias y altas, menos expuestas al coste de los productos esenciales. No obstante, ese 'colchón' cayó en el segundo trimestre. La tasa de ahorro se redujo al 13,7% entre marzo y mayo "y se prevé que siga cayendo en la segunda mitad del año".
En contra, el informe insiste en que aquellas familias más vulnerables tendrán que "reducir su consumo y ahorro reales en respuesta a las perturbaciones de los precios de la energía y los alimentos".
En este punto, la autoridad monetaria considera que las medidas de apoyo fiscal aprobadas por los gobiernos son "inadecuadas" para los hogares con rentas bajas y recuerda que se ha disparado el número de personas que prevé que no podrá pagar sus facturas de suministros básicos a tiempo.
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