
Está siendo un proceso muy doloroso para la economía y los mercados. El pinchazo (subidas de tipos) ha sido fuerte y drástico, pero parece que la aguja que los bancos centrales podría empezar a aflojar su ritmo de inoculación (el pico de agresividad está llegando) más pronto que tarde. Las próximas subidas de tipos en los países avanzados (Reino Unido, EEUU, Canadá) podrían ser inferiores a las vistas en los últimos meses o iguales en el 'peor' de los casos. La banca central ha inoculado ya la mayor parte del antídoto contra la inflación y pronto comenzará a reducir el ritmo, para acabar sacando la aguja en algún momento de 2023. El problema es que, aunque el dolor de este pinchazo esté cerca terminar (los mercados lo están celebrando), después podrían llegar los efectos secundarios. Los tipos más altos ya se han extendido por toda la economía y su impacto está en marcha.
Octubre y noviembre podrían ser los últimos meses en los que la Fed y el BCE suban los tipos en 75 puntos básicos al unísono. El precio del dinero se está acercando a la zona neutral (zona en la que la política monetaria no es ni contractiva ni expansiva), el nivel al que se autoimpusieron los bancos centrales para comenzar a rebajar el ritmo de endurecimiento.
Ahora, alcanzada esa zona, los banqueros podrían rebajar el ritmo de subidas de tipos y observar cuál es el impacto de las mismas en la economía. Aunque analizando el terminal de Bloomberg parece que las subidas de tipos tienen un impacto inmediato, su transmisión a la economía real tarda entre 6 meses y año en producirse. Este invierno se comenzarán a ver los efectos en la economía, según los expertos. Los banqueros centrales quieren analizar ese impacto.
Por ahora, el primero en dar un paso claro hacia la desaceleración ha sido el Banco de Canadá, que hace unos días elevó el precio del dinero en 50 puntos básicos (hasta el 3,75%), frente a los 75 puntos básicos (pb) que esperaba el mercado. El siguiente en la lista podría ser el Banco de Inglaterra, que se reúne este jueves y podría anunciar también un alza de otros 50 puntos básicos frente a los 75 que también espera el mercado.
¿Ha llegado el pico de las subidas?
Los economistas de Danske Bank creen que se está llegando al "pico de las subidas de tipos". La próxima recesión está a la vuelta de la esquina, mientras que el precio del gas ha comenzado a caer con fuerza, lo que podría dar un respiro en la inflación de noviembre. A eso hay que sumarle que los tipos ya se encuentran en máximos de más de una década en buena parte de las economías avanzadas.
"Los inversores están esperando el giro de la banca. Dado que la política de los bancos centrales es el motor del mercado este año, los inversores buscan cualquier señal de que los bancos centrales estén cambiando su tono en beneficio de los activos de riesgo. La última especulación sobre un giro (pivot) ha sido avivada por un discurso de Broadbent del Banco de Inglaterra, así como un comentario de Daly de la Fed. Este último ha señalado: 'Daremos un paso hacia abajo, no para hacer una pausa, sino para implementar incrementos de tipos de 50 o 25 pb'", según explican desde TS Lombard en una nota para clientes.
La Fed ya tenía prevista una desaceleración del ritmo de ajuste en 2023. El dotplot de septiembre es un buen ejemplo, donde la trayectoria percibida revelaba un aumento de 75 pb esta semana, seguida de 50 pb en diciembre y 25 pb a principios de 2023. "La idea de rebajar el ritmo de subidas es permitir que se vea cómo influye en la economía el endurecimiento que se ha producido hasta ahora", aseguran desde TS Lombard.
"Esperamos que la Fed suba los tipos un 0,75%, pero que indique un alza más pequeña, del 0,5%, para el próximo mes", asegura Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers. "La cuestión clave para la Fed es conseguir la calibración correcta del endurecimiento necesario para forzar finalmente el aterrizaje del mercado laboral. Para un banco central cada vez más frustrado, la conclusión que se desprende del reciente flujo de datos es que necesita mover su tipo de interés más hacia el territorio restrictivo, es decir, significativamente por encima del 'rango neutral'. Sin embargo, existe un riesgo real de que el endurecimiento monetario vaya demasiado lejos".
Por eso, "la reunión del FOMC (Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la Fed) de esta semana es crucial. Jerome Powell comenzó el ciclo de subida de tipos creyendo que era posible un aterrizaje suave. Si volviera a tener ahora una opinión similar y éste es un 'Si' muy grande, por supuesto, los mercados se lanzarían al alza hasta las fiestas de finales de año", resalta Chris Iggo, CIO Core Investments y presidente del AXA IM Investment Institute, que, en todo caso, concluye: "La Fed pronto tendrá que hacer una pausa".
¿Y el BCE?
Respecto al BCE, buena parte de los expertos (UBS o Danske Bank) creen que la presidenta Christine Lagarde fue levemente menos dura durante la reunión de la semana pasada, lo que abre la puerta a que la subida de tipos en diciembre sea de 50 puntos básicos, en lugar de 75.
Por ejemplo, las expectativas del mercado a través de los swaps sobre tipos de interés se han moderado algo en las últimas semanas. Ahora, estos swaps dejan el tipo terminal (el tipo más alto de este ciclo de subidas) de la Eurozona en el 2,85%, frente al 3,1% de hace unas semanas.
No obstante, el dato de inflación publicada este lunes ha sentado como un jarro de agua fría para los que esperan que las subidas de tipos se moderen, puesto que ha vuelto a marcar un máximo histórico (10,7%) y una subida mensual muy notable (1,5%).
Por ello, hay quien cree que el pico de las subidas podría llegar más tarde. Este es el caso de los analistas de Deutsche Bank que ven a la Fed subiendo tipos 75 pb en noviembre y diciembre, para rebajar ya el ritmo en enero. Pero hasta entonces no habrá descanso.
Pese a todo, esta esperada desaceleración no supone un giro en la política monetaria, es simplemente un cambio suave. Desde TS Lombard creen que pese a las esperanzas de los inversores, "los bancos centrales no girarán hasta que tengamos una recesión. El endurecimiento de las condiciones financieras aún tiene que disuadir significativamente la inversión o la contratación... Las acciones pueden recuperarse inicialmente, pero es probable que sucumban al daño que una recesión causará en los beneficios".