Economía

Estos son los motivos por los que la inflación podría mantenerse alta en el medio plazo

  • Cuanto más tiempo se mantiene elevada, más se arraiga
La inflación podría tardar un año en caer por debajo del 6%. Foto: Alamy

Tras cinco alzas de los tipos de interés en seis meses, la Reserva Federal de EEUU (Fed, por sus siglas en inglés) todavía no ha conseguido controlar la inflación y sigue lejos de su objetivo del 2%. Algo similar le ocurre al Banco Central Europeo, que ha aprobado otra subida de 0,75 puntos después de que los precios en la eurozona alcanzasen el 10% interanual en septiembre. Todo esto mientras las principales economías del mundo luchan por mantenerse en movimiento. Una situación compleja que muchos vaticinan que no se extenderá más lejos de 2023. Sin embargo, la historia dice que, cuando la inflación supera el 8%, tarda años en descender por debajo del 6%, según Oxford Economics.

La principal razón para creer que la inflación podría mantenerse durante mucho tiempo - tanto en EEUU como fuera- es su nivel. "Cuanto más tiempo se mantenga alta la inflación, más arraigada estará", asegura Jamie Thompson, jefe de escenarios macro de la empresa de análisis. De ello da fe la economía norteamericana, cuya inflación se situó en 1980 en el 13,5% y tardó tres años en bajar del 4%.

Otra es la conciencia pública sobre la elevada inflación. Se trata de un fenómeno que ya se dio en la década de 1970, un periodo caracterizado por una inflación muy alta y un crecimiento real mediocre. En ese momento, los consumidores hicieron subir el precio del dinero porque esperaban que lo hiciera. Aunque en distintos grados, ahora también existe un sentimiento compartido sobre la evolución de la inflación: las empresas y los hogares de EEUU, Reino Unido y la zona euro esperan que se sitúe por encima del 2% a medio plazo, como recoge la Global Risk Survey elaborada por Oxford Economics.

Por otro lado, la propia respuesta de los trabajadores a la inflación podría hacer que ésta se mantuviera en esos niveles en un futuro cercano. El problema de pedir un aumento de salario es que los consumidores dispondrían de más dinero para gastar -cuando lo necesario ahora es frenar la demanda- y, además, obligaría a las empresas a subir sus precios para poder asumir dicho esfuerzo extra, lo que daría lugar a una espiral inflacionaria infinita.

A todo esto se suma, además, el hecho de que gran parte de la sociedad desconoce cuáles son los objetivos de inflación de los bancos centrales de sus respectivos países, mientras que, quienes sí están al tanto, tienen poca fe en sus políticas. Esto último hace que las personas sean menos receptivas a los mensajes de las entidades bancarias, sostiene Oxford Economics y publica Marketwatch. Destaca el caso de Reino Unido, solo el 36% de los encuestados por el Banco de Inglaterra se muestra a favor de bajar la inflación hasta el 2% y el resto consideran que esa tasa es demasiado baja. En este país, los precios aumentaron un 10,1% interanual en septiembre y podría llegar al 18% en enero de 2023, según las previsiones del banco estadounidense Citi.

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