Economía

Llega la hora de la verdad para los salarios en Estados Unidos

  • El crecimiento de los sueldos se desacelera por primera vez en 2022
  • La evolución mostraría que el plan de Powell empieza a dar frutos
  • Los expertos creen que es pronto para lanzar las campanas al vuelo

Después de cinco subidas de tipos de interés, la Reserva Federal no logra doblegar a la inflación, pero puede estar empezando a ganarle el pulso a los sueldos. La tendencia de crecimiento salarial podría haber tocado techo tras registrar su primer retroceso en septiembre, aunque los expertos advierten de que queda un largo camino antes de volver a los niveles de apenas hace año y medio.

La fuerte demanda de trabajadores en múltiples sectores ha impulsado el crecimiento de los salarios en un rango del 5% al 6% anual a lo largo de 2022, una tasa de crecimiento más rápida que en cualquier momento de los últimos 20 años. En agosto se llegó a alcanzar un máximo del 6,7%, según el índice que elabora la Fed de Atalanta.

Pero en agosto han registrado un retroceso del 0,4%, al 6,3%. Una desaceleración que puede parecer modesta, pero es la primera desde octubre del pasado año y la más intensa desde el estallido de la pandemia en 2020.

Sin embargo, estos incrementos se producen en un momento de inflación todavía más disparada, lo que se traduce en una abultada pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores y un quebradero de cabeza sin precedentes para el banco central que preside Jerome Powell

Este asume que endurecer la política monetaria enfriará la actividad, lo que llevará a las empresas a reducir las vacantes, enfriará el mercado laboral y, con ello, los sueldos.

Así se limitan los conocidos como efectos de segunda ronda sobre los precios, lo que, en teoría, ayudará a nivelarlos. El problema es que esta cuadratura del círculo que imagina la Fed tiene que producirse rápidamente, para que despejar los temores de que esta hoja de ruta llevará a un escenario en el que se producirá una destrucción de empleo real acompañada de pérdida de poder adquisitivo.

Esto explica que a caída en más de un millón de las vacantes de empleo en Estados Unidos en agosto fuera acogida como la primera señal de éxito, aunque esta visión se vio ensombrecida por las dimisiones, que resisten en máximos históricos. Los posteriores datos de paro, con un descenso pese al endurecimiento de los tipos, apuntaron que aún era pronto para arrojar las campanas al vuelo.

¿Cómo interpretar entonces el dato de los salarios? Nick Bunker, analista de Indeed Hiring Lab aboga por la prudencia y recuerda que muchos analistas afirmaban que el crecimiento salarial estaba a punto de disminuir a principios de este año.

Bunker advierte de que, aunque indicadores como el de la Fed de Atlanta, indican que los salarios "pueden haber perdido algo de impulso", otros como el Índice de Coste del Empleo que elabora la Oficina de Estadísticas laborales de Estados Unidos (US Bureau of Labor Statistics) muestran que sigue habiendo "una gran competencia por las contratacione"s.

En este sentido, lanza un mensaje claro: aunque se haya tocado techo y los salarios se estén "tienen un camino por recorrer antes de volver a su ritmo de 2019".

La evolución de los salarios en Estados Unidos se mira con lupa en Europa el día que el BCE ha vuelto a subir los tipos de interés en 75 puntos básicos, mientras su presidenta, Christine Lagarde augura el final del buen comportamiento del mercado laboral.

Aunque la situación es distinta por la mayor exposición de la zona euro a la guerra de Ucrania y un sistema de negociación de salarios basado en el diálogo social y la negociación colectiva, no ha impedido a responsables políticos como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo española Yolanda Díaz, a encomendarse al ejemplo de Estados Unidos para exigir subidas de sueldos.

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