El impacto de la política cada vez más agresiva de la Reserva Federal sobre un mercado laboral que anota una tasa de paro del 3,5% pero niveles récord de renuncias de trabajadores y puestos sin cubrir, es una incógnita para muchos analistas.
Pero un estudio de LinkedIn se atreve a poner cifras al panorama que dejará la batalla que lidera Jerome Powell contra la inflación y la 'Gran Dimisión': una subida de 1,5 puntos de la tasa de paro desde los niveles registrados en julio, hasta el 5%.
Aunque para muchos ciudadanos, también en Europa, persiste una visión 'romantizada' de la Gran Renuncia, en la que millones de trabajadores dejan su trabajo para encontrarse a sí mismos lejos de trabajos insatisfactorios, lo cierto es que la opción de ganar mejores salarios con mejores condiciones laborales pesa muchísimo más que un supuesto 'espíritu aventurero'.
Para entenderlo, basta analizar los ocurrido con la hostelería y la restauración. Fueron los sectores más perjudicados por la pandemia. Y, sin embargo, al recuperarse se produce una evolución que deja perplejos a los economistas: sus trabajadores se van. Pero esto solo es el principio del misterio.

Porque el análisis firmado por Rand Ghayad, jefe de Economía y Mercados Laborales Globales de LinkedIn arroja un resultado que contradice la tesis del 'espiritu aventurero': la mayoría de los trabajadores que renuncian encuentran empleo en el mismo sector.
La evolución de la relación entre vancantes y desempleo, expresada en la curva de Beveridge, parecía achacar la dificultad de cubrir vacantes a la falta de mano de obra dispuesta a trabajar en esos sectores.
Pero Ghayad apunta a que esta conclusión estaría sesgada por el impacto de los 'despidos temporales' (el equivalente a los Ertes españoles). Con la reactivación de la economía, muchos de estos trabajadores se han encontrado con unas empresas con prisa por contratar y dispuestas a pagar mejor que sus competidores. Y ello les ha dado más poder para exigir mejores sueldos. Así que, ¿para qué cambiar el sector?
Sin 'espíritu aventurero'
Al 'dibujar' la evolución de las curvas de Beveridge sin el efecto de los trabajadores en despidos temporales, el resultado deja mucho más claro que la distorsión no se debe a una 'fuga' de talento, sino a que dicho talento presiona para mejorar sus condiciones laborales, empezando por los sueldos.
Esto es especialmente relevante por dos motivos. En primer lugar, convierte la 'Gran Dimisión' en una 'Gran Reestructuración', que es precisamente el término (Great Reshuffle) que utiliza la plataforma de carrera profesional de Microsoft para referirse a este fenómeno.
Pero además amplía el rango de eficacia de las políticas de la Fed para actuar sin dañar el empleo.
El banco central estadounidense es muy consciente de que el 'sobrecalentamiento' del mercado laboral en los dos últimos años se ha trasladado a los sueldos, y de ahí a los precios. Según una estimación de la Fed de Chicago elaborada ya en febrero, esta tensión entre oferta y demanda de empleo sumaría por si sola 1,1 puntos a la inflación.
Pero el temor a que la política monetaria provoque un aumento traumático del paro cercano a niveles pandémicos (cuando la tasa de paro rebasó con creces el 10%), existe. Incluso se puede detectar sus ecos en el discurso del presidente de la Fed cuando afirma que las medidas conllevarán "algo de dolor".
No saldrá gratis
"Aunque en teoría no es posible reducir las vacantes sin que aumente el desempleo, la naturaleza del de la curva de Beveridge y su cambio de pendiente ofrecen un atisbo de esperanza en la tensión que rodea el futuro estado del mercado laboral", matiza Ghayad.
En este sentido, señala que "una disminución de las ofertas de empleo hasta el nivel en diciembre de 2019 se asociará con una tasa de una tasa de desempleo en torno al 5%".
Pero hay que tener en cuenta que en dicho mes la tasa de paro de Estados Unidos era del 3,6%. Esto confirma que las políticas de la Fed no saldrán gratis en términos de empleo.
Descontando la pandemia, habría que remontarse a 2016 para encontrar una cifra similar al 5% previsto por LinkedIn. Pero el impacto sigue lejos de los peores pronósticos para una economía que ya ha entrado en recesión técnica.