
Con los elevados niveles de inflación actuales, que no han parado de crecer desde enero de 2021 (mes en el cual pasó de estar en negativo a positivo), la capacidad adquisitiva de las familias se ha visto reducida paulatinamente cada mes. Esto implica que los ciudadanos españoles se han estado empobreciendo lentamente, de manera que aquellos gastos más básicos como la compra o el tiempo libre son cada vez más costosos.
Más allá de la evolución de la economía, cada persona puede llevar a cabo una serie de cambios en sus hábitos que pueden ayudar a reducir los gastos más superfluos, e intentar reducir así el impacto que tiene la inflación en las finanzas personales y familiares.
Estos son siete trucos para suavizar el impacto de la crisis actual en nuestros ahorros:
Aplicaciones que controlan los gastos
Existen en la actualidad aplicaciones varias que ayudan a sus usuarios a llevar a cabo un cuidadoso seguimiento de sus gastos mensuales, y que se pueden encontrar tanto en teléfonos de Apple como en los Android.
Si se aprovechan estas herramientas digitales, se podrán monitorizar todos los pagos de cada mes, y así tomar la decisión de reducir el dinero destinado a ciertas partidas. Además, si se comparan los gastos de varios meses, se pueden obtener pistas sobre qué bienes o servicios se han encarecido más últimamente, y decidir si se prescinde de algunos de ellos.
Algunas de las aplicaciones que coinciden en varios de los listados realizados por diversas webs son: Fintonic, Monefy, Mint, Spendee o Monny.
Revisar las suscripciones mensuales
Los productos y servicios digitales bajo suscripción son algo muy común en la actualidad, y que van desde prensa hasta Spotify, pasando por cuentas de entretenimiento como Netflix o Amazon Prime Video.
Es recomendable, como mínimo, revisar todas las suscripciones con las que se cuenta, para decidir si realmente se utilizan todas ellas, y si merece la pena mantener el pago recurrente en cada una. Un truco es el de compartir estas 'membresías' con familiares o amigos, para así reducir al menos los costes por sus servicios.
Ahorro con la comida
Ahorrar en comida no significa acostumbrarse a comer menos, sino más bien dedicarle un pequeño tiempo extra a escoger cuidadosamente los productos, cuando se está en el supermercado. Algunas ideas son sustituir algunas marcas de productos por marcas blancas, o cambiar ciertos alimentos por otros menos costosos.
Es recomendable también estar al tanto de las ofertas de cada supermercado, para así comparar y decidir si, tal vez, merece la pena empezar a comprar en otro lugar. A la hora de comprar productos como frutas o verduras, el adquirir aquellos que sean de temporada también ayudará a reducir ese pellizco a final de cada mes.
Revisar las facturas
Un ejemplo claro para reducir las facturas es comprobar la suscripción a Internet. En muchos casos, la oferta de entrada caduca en el plazo de un año, y si se ha contratado hace más tiempo quizás compense buscar un precio más asequible en la competencia, aunque sea también por un año. La tarifa móvil implica una situación muy similar.
Lo mismo puede ocurrir con las tarifas de la electricidad: desde buscar el ahorro en la competencia, hasta cambiar desde un contrato regulado (PVPC) hacia una tarifa fija, donde el precio no cambie a diario sino una vez por año. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ofrece una comparativa entre tarifas de luz y gas.
Una hipoteca más barata
Aunque en los últimos años el euríbor ha estado presentando bajadas, y con ello los intereses de las hipotecas hacían lo propio, la tendencia se ha revertido en la actualidad. Ello implica unos préstamos hipotecarios cada vez más costosos.
Así, muchos clientes están tratando de cambiar su hipoteca de tipo variable a fijo para escapar de la vertiginosa subida del euríbor, a pesar de los intentos de los bancos por mantener a sus clientes en préstamos de tipo variable (los cuales les suponen mayor rentabilidad).
Para hacer este cambio al tipo fijo, el cual ya ha recomendado el Banco de España, se puede recurrir a varios procesos.
Aprovechar los contactos
Aunque este consejo es muy general, y por tanto se puede aplicar a una plétora de ámbitos, se utilizará el ejemplo de unos padres que pretendan comprar ropa a sus hijos.
Para rebajar el gasto en ropa para los hijos (los cuales, obviamente, no dejan de crecer), los padres pueden hablar con otros que tengan retoños más mayores. Quizás puedan 'heredar' alguna ropa de esos compañeros que vayan algunos cursos por delante, lo cual evitaría el tener que gastar dinero en adquirir prendas nuevas.
Ayuda para pagar
Si uno se encuentra en una situación donde no es capaz de llegar a fin de mes, puede acudir a su banco y comentarle su delicada situación, para que así se suavicen las condiciones del pago de su hipoteca.
Otra posibilidad es encontrar asesoramiento sobre las distintas ayudas a las que se podría acceder: ONG, ayudas del ayuntamiento, apoyo de organizaciones vecinales, etc.
Por ejemplo, las personas que se encuentran en situación vulnerable tienen acceso a ciertas ayudas mediante bonos de vivienda, de luz y de otros tipos, lo cual sucede desde la pandemia.