Economía

La empresa española tributa siete puntos más por sus beneficios que la media europea

  • La tarifa para la creación de SL está por encima de los países europeos
  • Los procesos de establecimiento de las compañías varían según la CCAA
  • La Ley Crea y Crece reducirá el capital mínimo necesario para crear la empresa
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. eE
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Por norma general, aunque siempre hay excepciones, las empresas deben acometer una serie de pagos para su creación y posterior constitución como sociedad. De igual modo, los beneficios de estas se ven gravados en forma de tributos por sus beneficios netos y, en ambos casos, España se encuentra por encima de la media de la Unión Europea en costes y tributos a pagar al Estado. Respecto a esto último, la empresa española soporta una carga impositiva total que equivale al 47% de su beneficio neto antes de impuestos; mientras que la media europea se sitúa en el 40%. Estos datos se extraen del último informe de Crecimiento Empresarial de Cepyme, en el que compara la situación empresarial de España con la de otros países europeos sobre la base de Doing Business, BM.

De esta forma, la carga impositiva total sobre las compañías españolas duplica la que se aplica en países como Croacia, Dinamarca y Rumanía; además de resultar al menos un 50% mayor que la que recae sobre las empresas irlandesas y de Reino Unido. Alineados con la media Europea se encuentran nuestros vecinos peninsulares (40%) y Holanda (41%).

También hay países cuyas cargas impositivas sobre las sociedades son superiores a las nuestras. Este es el caso de Alemania (49%), que no se encuentra muy por encima de España; de Bélgica, con unos impuestos del 55%; de Italia, con el 59%; o de Francia (61%). En el caso de estos países, esta situación se produce en consonancia a la posesión de un tejido productivo más fuerte y con empresas de una mayor entidad, ya que, cabe recordar, el 99,8% del tejido productivo de España está compuestos por empresas de menos de 50 empleados que no logran crecer por la cantidad de trabas con las que se encuentran. Mientras, en estos países se favorece el crecimiento de sus sociedades, que logran perdurar más en activo y tienen una mayor esperanza de vida.

Crear es más caro en España

Para el empresario español, esta circunstancia es un gran revés tener que afrontar una carga impositiva que reduce la rentabilidad de su inversión y le quita incentivos (y recursos) para el crecimiento empresarial después de hacer una inversión para constituir una, que también superior a la de la Unión Europea.

Crear una sociedad limitada en España no solo conlleva más trámites y tiempo, sino que también es más caro. Los costes de los trámites asociados con la constitución de una sociedad de responsabilidad limitada en España equivalen a 3,9% del ingreso por habitante (cerca de 1.000 euros).

Eso no solo supera la media de la Unión Europea (3,1% del ingreso per cápita), sino que multiplica muchas veces los costes en países como Suecia, Rumanía, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido o Francia, donde no superan el 0,7%.

En este caso, se sitúan por encima de nuestro país Bélgica (5,3%), Croacia (6,2%), Alemania (6,5%) o Italia (13,8%), que lidera la lista de los costes de tramitación.

El capital mínimo para crear una sociedad de responsabilidad limitada en nuestro país (3.000 euros), equivale al 11,6% del ingreso medio por persona. Eso contrasta con los casos de Portugal, Bélgica, Holanda, Irlanda o Reino Unido, donde no se exige mínimo alguno.

La media comunitaria se sitúa en el equivalente al 8,1% del ingreso medio.

Este capital mínimo de 3.000 euros se adaptará con la nueva Ley Crea y Crece, de forma que se eliminará para las empresas de nueva creación. En el texto normativo que pasó por el Senado el 8 de julio se explica la eliminación de esta exigencia para "promover la creación de empresas mediante el abaratamiento de sus costes de constitución y pretende, asimismo, ampliar las opciones de los socios fundadores respecto al capital social que desean suscribir en función de sus necesidades y preferencias".

Estos planteamientos son consistentes con el hecho de que en la mayoría de los países no se requiera un importe mínimo de capital para crear una sociedad de responsabilidad limitada, como Estados Unidos, Japón, China o Rusia.

Diferencias por CCAA

Hay amplias diferencias entre las distintas comunidades autónomas en el número de trámites y costes necesarios para la creación de una sociedad limitada. Eso supone costes añadidos de información, además de distorsionar la asignación de recursos.

La creación de una sociedad limitada idéntica puede exigir la realización de entre siete y doce trámites, según cual sea la comunidad autónoma en donde quiera hacerse.

Así, los días necesarios para concluir todos esos trámites oscilan entre 14 y 30 jornadas laborables.

Las significativas diferencias en el número de trámites necesarios para crear una sociedad de responsabilidad limitada entre las diferentes autonomías, tiene su correlato no solo en el tiempo que los mismos exigen, sino también en los costes acarreados, que van desde el equivalente al 3,4% hasta el 6,6% del ingreso promedio (que va desde 900 a más de 1.700 euros, respectivamente).

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