
La subida de los tipos de interés en EEUU ha contribuido a marcar distancias con respecto a los de China. A su vez, esto ha incrementado el atractivo del dólar y llevado a muchos prestamistas y fondos chinos a destinar su exceso de liquidez a la compra de esta moneda, así como a otras apuestas seguras -bonos de bancos institucionales y en deuda corporativa de alta calidad- dentro del sistema financiero, en lugar de invertirlo en la economía real.
En el caso de los bonos bancarios, los inversores se están fijando en ellos porque actualmente son uno de los instrumentos más líquidos que ofrecen los mercados chinos. Se trata de títulos que tienen un riesgo de impago mínimo y ofrecen mayores rendimientos que la deuda soberana. Además, permiten que los prestamistas y fondos de inversión añadan apalancamiento a sus posiciones, señala Zhaopeng Xing, un estratega senior de Australia & New Zealand Banking Group, a Bloomberg.
En cuanto a la compra de dólares, se vio en gran medida motivada por el deterioro de la moneda china. Sin embargo, esta situación podría revertirse. Según Nasdaq, la reciente publicación del dato de la inflación del mes de julio -cuando no subieron los precios al consumo- y las sospechas de una subida de tipos de interés menos agresiva por parte de la Reserva Federal de EEUU han provocado la caída del dólar, al tiempo que habrían puesto de manifiesto su debilidad.
Cabe destacar que el exceso de liquidez también se ha destinado a la adquisición de deuda de menor duración. Esto se debe, probablemente, a las sospechas de que el rendimiento del bono de referencia a 10 años podría subir al 3% a finales de año y a un posible repunte del crecimiento económico.
Por su parte, la falta de transmisión a las empresas y hogares ha hecho que los bancos se encuentren con dinero en efectivo adicional, provocando a su vez que la emisión mensual de certificados de depósitos negociables vendidos cayera a su nivel más bajo desde 2020.
A finales del mes pasado, Ken Cheung, estratega jefe de divisas en Asia de Mizuho Bank, advirtió en una nota de prensa sobre los peligros de esta situación. Según él, dados los reducidos tipos de interés reales que tiene ahora mismo China y el hecho de que la amplia liquidez interbancaria que no llega ni a las empresas ni apoya actividades económicas reales, quizás la economía china "esté cayendo en una trampa de liquidez". De ser así, "se necesitará más política fiscal y flexibilización del mercado para apoyar el crecimiento", añadió Cheung.
Por el momento, el Banco Popular de China (PBOC) ha decidido adoptar un enfoque más cauteloso. Ante los primeros signos de recuperación económica, combinados con la subida de tipos de interés por parte de sus homólogos internacionales y la inflación, la entidad ha optado por mantener el tipo de interés preferente para préstamos a un año en el 3,70%, mientras que el tipo de interés de los de cinco años sigue en el 4,45%.