
Miguel Garrido, presidente de Ceim, contestó por teléfono este jueves a las preguntas sobre el plan de ahorro energético de elEconomista.es por encontrarse fuera de Madrid. Ayer, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, aclaró que ciertos sectores podrán mantener la temperatura a 25 grados y convocó a una reunión técnica el próximo martes a las comunidades autónomas para aclarar dudas.
El mismo viernes, Garrido contestó a una nueva pregunta: "La rectificación de la ministra Ribera viene a confirmar lo comentado en la entrevista. No se puede legislar de manera chapucera y precipitada, sobre todo, sin escuchar a los afectados para evitar situaciones como la producida en la cual, si cumples una ley, incumples la otra. Esperemos que el Gobierno tome nota y, a partir de ahora, consensúe con los afectados y también las comunidades autónomas que son competentes en la aplicación para conseguir los objetivos que todos deseamos de ahorro energético, sin perjudicar la actividad económica". El plan de ahorro energético entra el miércoles en vigor.
¿Cuál será el impacto del plan para las empresas?
Distintos sectores nos han transmitido su preocupación por las medidas que contempla el plan aprobado el pasado lunes. A algunos les preocupa especialmente el coste y la logística que conlleva implementar las medidas, como el cierre con puertas automáticas. Unas medidas que, además, se han de poner en marcha con muy poco tiempo y en un mes tan complicado para hacer estas reformas como agosto. Implica un gran trastorno.
"La mayor preocupación por el plan entre los empresarios es el temor a que conlleve una bajada de las ventas"
¿La preocupación de las empresas es pues el coste de las medidas?
Pues en realidad, la mayor preocupación por el plan entre los empresarios es el temor a que conlleve una bajada de las ventas. La falta de iluminación de los escaparates va a hacer unas calles menos atractivas que deprimen el consumo, porque la gente será reacia a salir. Y la exigencia de subir las temperaturas hará que no sea tan agradable estar en el interior de los locales. En consecuencia, se temen que los clientes dejen de acudir.
¿Qué opina de la manera en qué se ha aprobado el plan?
Es una de las principales quejas de las empresas, ya que una vez más, como se viene produciendo desde la pandemia, se ha aprobado mediante Real Decreto, en un ordeno y mando sin escuchar y sin haber evaluado previamente el impacto de las medidas con los afectados. Además, se ha aprobado de un día para otro, aunque estamos acostumbrados desde la pandemia a estas medidas precipitadas que luego este Gobierno ha tenido que rectificar. Porque no habla con nadie, y menos con las empresas.
Las empresas sufren desde hace meses unos costes energéticos al alza. ¿Llueve sobre mojado?
Cierto. Y es otra queja de las empresas. Nos dicen que ya han hecho un esfuerzo en el último año para ahorrar en energía, algo obligado por supervivencia. Ya han adoptado muchas medidas; pero a diferencia de las planteadas por el Gobierno, no afectan a las ventas. Porque la prioridad debe ser mantener la actividad para seguir siendo viables. Pero no hay sensibilidad del Gobierno en este sentido, parece que no les importa que las empresas tengan problemas.
¿Han hecho algún cálculo económico del impacto del plan?
Es muy difícil; habrá que esperar a ver cómo van evolucionando los distintos sectores. Pero hay que advertir que algunos sectores ya nos adelantan que algunas medidas son inaplicables por chocar con normas de salud laboral que impone que en ciertos sectores la temperatura no pueda ser superior a los 25%, como en comercio y hostelería [Ribera lo matizó el viernes]. Además, muchas empresas no tienen implementados los sistemas de medición de temperatura por lo que el cumplimiento será complicado. Iremos viendo el efecto cuando se vayan aplicando las medidas, pero hasta después de verano no se sabrá el impacto real del plan.
¿Cree que el plan se ceba sobre el mundo empresarial?
Ha molestado mucho entre los empresarios la falta de ejemplaridad que debería dar la Administración en este plan. No han empezado por sus medidas de ahorro. El Gobierno sigue usando el transporte privado, por ejemplo el mister, cuando hay vuelos regulares. Pero sí piden sacrificios a la gente.
Ceim ha mostrado preocupación por el efecto del plan en el empleo.
Llevamos tiempo con preocupación por el empleo y no solo desde los datos de afiliación de julio. Se viene detectando cierta debilidad en la creación de empleo, sin contar que tras la reforma laboral se ha producido un cierto maquillaje en los datos del paro. El verano se espera bueno, pero muchos contratos de fijo discontinuo se irán acabando a partir de septiembre. Ya en julio se ha visto que tenemos un problema que se va a acentuar. También se notará el fin de la moratoria concursal. Así, en un escenario de debilidad para el empleo, no se deberían poner nuevas trabas especialmente a las pymes. El Gobierno debería poner el foco en medidas que ayuden a crear y mantener el empleo y no generar ciudades tristes que depriman el consumo.
¿Qué dicen las empresas del coste que les supondrá el plan?
Es un objetivo loable reducir la dependencia energética, pero se debería haberse sentado con los afectados, porque las medidas serían mejores si se hubiesen hablado, es lo que haríamos cualquiera: determinar los objetivos y entre todos hacer un plan con el menor efecto negativo. Pero este Gobierno es indiferente a los problemas de las empresas, que están en el último lugar de su agenda.
"El plan conlleva la obligación de cambios en las instalaciones, por lo que debería estar acompañado de ayudas"
¿Debería haber ayudas de la Administración central?
El plan conlleva la obligación de cambios en las instalaciones, por lo que debería estar acompañado de ayudas. Al menos financieras, aunque también debería haber subvenciones para la inversión o deducciones fiscales. En cualquier caso, a cargo de los Presupuestos Generales, pues son medidas que piden desde el Gobierno. De todas formas, en nuestra opinión debería hacerse lo contrario: no obligar, sino incentivar.
El plan no solo prohíbe, también sanciona.
Las sanciones son desmedidas, un disparate. Los expertos que han analizado el plan, nos dicen que van desde un mínimo de 60.000 euros y pueden llegar a varios millones, dado que se sustentan en una norma de Industria de hace 30 años que no está pensada para este caso.
¿Cuáles son los sectores más afectados por el plan?
Comercio, hostelería, distribución y, en general, servicios de cara al público. Pero también el turismo nos ha transmitido que va a tener consecuencias en otoño, una temporada que es muy buena en Madrid.
"No pediríamos nunca que no se obedezca una norma"
¿Va a sugerir a los empresarios incumplir el plan, como la presidenta de la Comunidad de Madrid?
No pediríamos nunca que no se obedezca una norma. Nosotros luchamos para que no se aprueben malas normas, pero cuando ya son leyes, hay que cumplirlas. Pero recomendamos que se recurra a todos los resortes que la legislación permita para tratar que no se aplique una norma tan injusta e ineficaz.
"Apoyamos que la Comunidad de Madrid sí la recurra y les animamos a que tomen todas las medidas legales para que se impida su implantación"
¿Su organización va a recurrir el Real Decreto?
Hemos estado analizando si podemos recurrirla, pero no podemos, a diferencia de los Gobiernos autonómicos. Por eso, apoyamos que la Comunidad de Madrid sí la recurra y les animamos a que tomen todas las medidas legales para que se impida su implantación. El Gobierno central nos tiene acostumbrado a ser muy chapucero con las normas que ha aprobado durante la pandemia, por lo que no descartamos que rectifique.
Ceim ha ofrecido negociar con cualquier Administración un plan energético. ¿Han recibido respuesta?
Se lo hemos pedido a la Comunidad de Madrid y confiamos en que la semana próxima podamos tener una reunión. Los distintos sectores empresariales cuentan con muchos expertos que pueden aportar análisis y propuestas muy interesantes, por lo que ofrecemos abrir una mesa para ver qué medidas se pueden poner en marcha para conseguir el objetivo loable del ahorro energético. He de decir que tenemos una relación muy fluida con las Administraciones madrileñas.
¿La CEOE debería hablar con el Gobierno de Pedro Sánchez?
Con más motivo, pues es la mejor herramienta para hablar con la Administración central. El Gobierno debería haber consultado el plan con la CEOE, especialmente teniendo en cuenta que invade normas de salud laboral, por lo que le debería haber consultado. Especialmente, cuando se aprueban medidas que deben entrar en vigor con un plazo de una semana. Además, no podemos olvidar que hasta el lunes, las recomendaciones de Sanidad eran mantener los locales abiertos y bien ventilados; ahora deberán estar cerrados. Todo lo contrario.