Economía

La Agencia Tributaria reconoce una presión fiscal del 41,5% del PIB

  • Los ingresos en relación al PIB nominal en 2020 son los más altos de la historia
  • Jesús Gascón reconoce la importancia del Libro Blanco de cara a la reforma fiscal
  • "La coyuntura es determinante", explican, aplazando la reforma del fisco
Amelia Pérez Zabaleta, decana-presidenta del Colegio de Economistas de Madrid, y Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos y coordinador del número. En la pantalla, Valentín Pich; presidente del Consejo General de Economist
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El Colegio de Economistas de Madrid (Cemad) presentó este lunes el nuevo número de la Revista Economistas. Entre los artículos destacados resalta la firma de Jesús Gascón, actual secretario de Estado de Hacienda, cuando aún se desempeñaba en la Agencia Tributaria. En su contribución, bajo la temática Una reforma fiscal para la competitividad, muestra que la presión fiscal española por el lado de los ingresos escaló hasta el 41,5% del PIB en 2020, cota histórica, a causa de la caída nominal de la economía española.

El número dos de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sin duda es la voz más autorizada a la hora de debatir sobre la Hacienda española. "La presión fiscal se ha de fijar en atención a las necesidades de financiación del nivel de gasto público y distribución que mejor responda a las preferencias sociales, sin descuidar los aspectos cualitativos", explica. En España, el gasto destinado educación, sanidad y protección social (34,3%) se sitúa en línea con la media europea.

"La coyuntura es determinante. En un momento de incertidumbre económica global puede ser contraproducente la adopción de medidas generales más allá de medidas selectivas y temporales para hacer frente a las urgencias del momento", recoge la firma del actual secretario de Estado de Hacienda. Sin duda, refleja los planes de la cartera de Montero: la incertidumbre coyuntural cierra la puerta, al menos de forma momentánea, a una reforma estructural del sistema tributario en España.

De forma similar se mueve también la postura del Colegio de Economistas de Madrid. El coordinador -y consejero- de este número, Gregorio Izquierdo, explicó que una reforma fiscal tiene que mantener una "visión global", de forma que hay que calibrar, conciliar y ponderar los diferentes principios fiscales, valorar el presente y marcar un objetivo a cumplir también en línea con el entorno europeo. Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas (CGE), a su vez, valoró darle importancia a la "productividad y competitividad" de los impuestos.

Estos datos comparativos demuestran que el diferencial de presión fiscal con la media de la UE es "prácticamente inexistente" en la actualidad y que la tributación empresarial es superior a la media europea, por lo que "no es necesaria una reforma al alza del Impuesto sobre Sociedades", recoge la firma de Izquierdo y de Bernardo Soto, jefe del Área Fiscal de CEOE.

Según recoge la revista, España necesita realizar una reforma fiscal que favorezca el crecimiento económico y la competitividad de nuestra economía y nuestras empresas. Los expertos aconsejan no elevar la tributación empresarial que ya tiene niveles superiores a la media de la OCDE y UE, y revertir algunas de las medidas introducidas últimamente en el Impuesto sobre Sociedades que alejan la cuota del impuesto de la verdadera capacidad económica del sujeto pasivo.

En cuanto a la imposición patrimonial o sobre la riqueza, la mayoría de autores opta por la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio y una reforma en profundidad del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, reduciendo tipos y eliminando coeficientes que los elevan y, en todo caso, avanzando en la protección de la empresa familiar. Por último, aseguran que la fiscalidad medioambiental no debe ser un pilar del sistema impositivo, sino un mecanismo corrector de prácticas contaminantes, pero con un adecuado estudio de impacto para evitar efectos perniciosos e inevitables sobre la actividad económica.

Reforma aplazada

Eso sí, la reforma fiscal previsiblemente se aplazará como consecuencia de la actual coyuntura. Los planes del Gobierno, según la propia ministra de Hacienda, pasan por introducir ciertos cambios quirúrgicos y puntuales recogidos en las líneas maestras del Libro Blanco, y posponer la reforma estructural propiamente dicha.

Lo que sí conocemos es que uno de los reclamos del Cemad, que es reivindicar el papel de los economistas en esta reforma, se tendrá en cuenta. Según destaca el actual secretario de Estado de Hacienda, "el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria constituye un buen punto de partida y su diagnóstico es muy completo", explica.

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Obviamente no es casual que España tenga uno de los tejidos empresariales más paupérrimos de Europa, formado fundamentalmente por pequeñas Pymes y autónomos, que asfixiados por la carga impositiva y la legislación laboral, industrial, medioambiental, sanitaria, igualitaria, de prevención de riesgos laborales, protección de datos y de todo tipo apenas pueden crecer y desarrollarse. Otro dato singular que destaca en la gráfica que se muestra, es que los ingresos y gastos se refieren a la media aritmética. Es un pequeño detalle singular digno de prestarle atención. Si la distribución de datos es asimétrica, como se puede presuponer, aunque en el artículo no se aclara, la media aritmética es mayor que la mediana o valor más probable. Quiere esto decir, que pocos países tiene una carga impositiva muy por encima del resto, que tiran de la media hacia arriba. Interesantísimo que desde la propia Agencia Tributaria se constate que no pueden seguir apretando el cinturón a las Pymes y a los autónomos con lo que los pobres afectados consideran un robo legal, cuyo único objetivo es recaudar a base de destruir el tejido productivo de un país, generando al final paro y miseria a la sociedad. De todos es conocido que en España la palabra empresario es peyorativa, prácticamente un insulto, y que apenas un 0,2 por ciento de los parados quieren optar por constituir una Pyme o hacerse autónomo para salir de su condición. Tendencia muy difícil de cambiar, ya que desde la Universidad y desde todos los ámbitos se impulsa a nuestros jóvenes a hacerse funcionarios. Es sobradamente conocido que gracias a sus continuas prerrogativas y prebendas viven mejor, más seguros y más tranquilos que aquellos ilusos que pretenden hacerse empresarios y acaban siendo, además, los paganos de la fiesta. Corolario: si se quiere tener un tejido empresarial sano, productivo y capaz de absorber el paro secular, la reforma fiscal es urgente. Dignificar el buen hacer de los empresarios es también ineludible.

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Manuel
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SOCIAL-COMUNISMO =RUINA PARA LA CLASE MEDIA Y TRABAJADORA.

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