El Gobierno garantizó que el consumidor no será el pagano de los impuestos anunciados para banca y eléctricas con los que quiere recaudar 7.000 millones en dos años y lo hizo por boca de la ministra portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. La también ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital justificó, precisamente, que el Ejecutivo no haya ofrecido detalle a las entidades afectadas sobre las tasas anunciadas el martes porque Hacienda está trabajando para evitar "cualquier tipo de riesgo legal" en su diseño, que contemplarán mecanismos para evitar que las empresas los trasladen a los clientes y se pueda producir un impacto negativo entre la ciudadanía.
La advertencia, realizada en sendas entrevistas con Antena 3 y RNE recogidas por Ep y Efe, tiene lugar después de que varios expertos hayan augura que la nueva presión fiscal acabará repercutida en precios, comisiones o, incluso traducida en una restricción a la financiación bancaria al producirse cuando se espera un auge de la morosidad por el freno a la economía con la inminente subida de tipos. El mismo presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, consideró precisamente este jueves "un error" ambos tributos. "España no debería dar estos mensajes", sostuvo, convencido de que "los impuestos a la carta generan incertidumbre y no generan confianza".
Calviño rechazó las críticas de que el Gobierno está "demonizando" los beneficios de las empresas y desveló su intención de citar al sector financiero la próxima semana para explicarles un tributo que justificó en los resultados "extraordinarios" que cosechará el sector por una subida de tipos superior a la esperada por la inflación desbocada.
"Estamos en un momento en el que todos tenemos que arrimar el hombro, el sector financiero no sufre especialmente el aumento de costes de la energía y de las materias primas, como sí ocurre en otros sectores industriales y, debido a la inflación, están aumentando los tipos de interés, lo que tendrá sus efectos positivos sobre sus beneficios", dijo y deslizó que lo entenderán "tanto las compañías energéticas como los bancos, que tienen unos planes muy sólidos de RSC".