
El discurso triunfalista pronunciado este martes por el presidente del Gobierno se va desvaneciendo poco a poco. Datos de la Comisión Europea sobre el gasto ejecutado de los fondos Next Generation, publicados el 23 de mayo de este año, señalan que, en el caso de España, las transferencias con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, apenas llegaron en 2021 al 0,2% del PIB.
Es decir, nuestro país ha gastado el año pasado, 2.400 millones de euros frente a la estimación inicial oficial de aportación al PIB de 2,5 puntos y la dotación presupuestaria de casi 25.000 millones.
Una información que echa por tierra una las partes del discurso de Pedro Sánchez cuando afirma en el Congreso que "somos el Estado con mayor grado de ejecución de los fondos europeos".
Pues bien, estos datos sostienen que España, junto a Estonia, República Checa, Alemania, Grecia y Suecia solo han ejecutado el 0,2% del PIB, frente al 0,5% del PIB de Francia y de Hungría. Por contra, los últimos de la lista son Chipre, Austria, Rumanía, Italia y Bélgica, con el 0,1% del PIB.
También el informe de EY Insights Radar Next Generation señala esta circunstancia, y analiza la intensidad de uso o ejecución de las transferencias preasignadas, destacando que el primer año, Suecia, Francia y Alemania ejecutaron el 30% , frente al 3,47% de España o el 2,58% de Italia, países que en definitiva tenían las mayores asignaciones de fondos, porque también tenían peor situación económica.
Sigue sin estar operativo el desarrollo de la plataforma de Hacienda que ha de informar sobre la ejecución de los fondos
De igual, modo, el último informe del Banco Central de Europa, 'The Economic Impact of Next Generation EU: a euro area perspective', con datos del Banco de España, se hace eco del mismo grado de ejecución de nuestro país en el año 2021, de nuevo, del 0,2% del PIB.
Precisamente es la transparencia en la ejecución de los fondos Next Generation una de las principales demandas de organismos como la AIReF y el Banco de España, para poder calcular así el grado de impacto sobre la economía real.
Una demanda que se ha hecho pregunta crónica de los partidos de la oposición a Sánchez y numerosas Comunidades Autónomas, cuando aun sigue sin estar operativo el desarrollo de la plataforma de Hacienda que ha de informar sobre este aspecto.
De hecho, del año 2022, y a fecha del 30 de abril, solo se han reconocido obligaciones netas por 2.468 millones, un 8,8% de todos los créditos definitivos, y realizado pagos por 1.587 millones, un 5,6% de lo presupuestado para 2022, mayoritariamente a organismos públicos y comunidades autónomas.
Los dos dígitos
Otro de los puntos abordados por el presidente del Gobierno fue la inflación. Pedro Sánchez se desquitó en este sentido y destacó que España no es el primer país que lidera el índice más alto del IPC. Y en efecto, así es.
Por delante de España se sitúan otros países como Estonia (22%), Lituania (20,5%), Letonia (19%) , Eslovaquia (10,8%) , Grecia (12%), Eslovenia, (10,8%) y, Bélgica. (10,5%) Pero también es cierto, siendo la cuarta economía de la zona euro, que estamos por encima de la inflación de Francia (6,5%), Alemania (8,2%), Italia (8,5%), y nuestro vecino Portugal, con el 9%.
El paro y el tope del gas
Otro de los datos inflados por Pedro Sánchez fue el de la tasa de paro. El presidente remarcó que España crece en empleo, en empleo de calidad, mientras se multiplican los contratos indefinidos, sin entrar a precisar cuáles de ellos son exactamente fijos discontinuos, o puramente indefinidos.
Una determinación que sí establece el Servicio Público de Empleo Estatal, SEPE, que como ya informó elEconomista.es, distingue entre unos y otros, puesto que los fijos discontinuos sí reciben prestaciones de paro.
El presidente no reparó en ello, y tampoco lo hizo al pasar por alto que España sigue siendo el país que mayor tasa de desempleo tiene de Europa. Con datos de Eurostat, el 13,1%, frente a una media de la zona euro del 6,1%, de la OCDE, del 5%, del G7, del 4%, y también a menos distancia, pero todavía por encima de Grecia, con el 12,9%, de Italia, con el 8,1% y, de Francia, con 7,4%. Uno de cada cuatro parados en la UE es español.
El tope de gas, o la excepción ibérica -aumentando las emisiones de CO2 de España- fue otro de los elementos contradictorios de la argumentación de Sánchez. El presidente mantuvo que gracias a esa medida, la factura de la luz se ha visto aminorada. Pero ha sido el INE el que ha vuelto a poner este miércoles blanco sobre negro para remarcar una inflación que no baja del 10,2%, y por tanto la factura de la luz, no solo no ha bajado, si no que se estima que ha llegado a subir hasta un 9% desde su implantación. Eso, combinado con que España es el segundo país de Europa que más gas importa de Rusia.