
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este miércoles la tasa interanual de inflación más elevada desde abril de 1985, hace 37 años, con un crecimiento del 10,2%. Los precios acumulan una escalada superior a un año, y las previsiones del departamento económico de la CEOE y de Funcas calientan el verano con tasas aún establecidas en el doble dígito. Además, los economistas de Funcas prevén una inflación media anual del 8,9%.
Para María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, "no se observan, por el momento, señales de ralentización en el ritmo de encarecimiento de la cesta de la compra". De hecho, actualmente la inflación está expandiendo su amplitud hacia un número cada vez mayor de la cesta. Según recogen desde Funcas, el número de subclases con una tasa de inflación superior al 4% ha aumentado hasta 119, el 60% del total de subclases, frente al 56% el mes anterior y al 9% antes de que comenzara el proceso inflacionista actual.
Funcas ha ajustado las previsiones -sujetas a un grado de incertidumbre muy superior al habitual- para incorporar los últimos resultados, superiores a lo esperado, así como una hipótesis para el precio del petróleo de 110 euros. En el escenario central, la tasa de inflación se mantendrá por encima del 10% en julio y agosto. En los meses posteriores bajará hasta situarse en torno al 8% en diciembre. La tasa media anual será del 8,9%. Para el próximo año se espera una tasa media anual del 4,8%, con un 3,5% en diciembre. La tasa subyacente se mantendrá en torno al 6% el resto de este año y descenderá hasta el 2,7% en diciembre de 2023.
Pronóstico similar realiza la patronal empresarial, que pronostica una inflación elevada a corto plazo. En un comunicado, la CEOE destaca que el encarecimiento de los productos energéticos continúa siendo el principal elemento inflacionista debido al incremento de las materias primas en los mercados internacionales, y resalta que también comienzan a observarse aumentos de precios notables en otros componentes, como los alimentos.
Por su parte, indica que la inflación subyacente ha aumentado seis décimas en junio, situando su tasa de variación en el 5,5% interanual, casi cinco puntos por debajo del IPC general. Según explica a este medio Gregorio Izquierdo, director de Economía de CEOE, la subyacente tenderá a converger con la tasa general de cara a final de este año.
La tasa que excluye los precios energéticos y alimentos sin elaborar, más estable que la general, se explica por un dato recogido por el Banco de España y que ahora rescata para elEconomista.es Izquierdo: el 80% de empresas ha visto aumentados sus costes, y la mitad, el 39%, ha aumentado precios.
"Hay que tener en cuenta que gran parte del incremento de precios que se observa en muchos componentes del IPC obedece a factores externos a la economía española, como las consecuencias del conflicto bélico y los problemas de suministro", subraya la patronal.
Además, afirma que la prolongación de la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia pueden seguir condicionando la evolución de los precios de algunas materias primas, entre otras, gas, petróleo, cereales o aceites, que a su vez repercuten sobre la composición del precio de otros muchos productos.
En este contexto, la CEOE asegura que resulta "especialmente relevante" evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que lleven a una espiral inflacionista.
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