
El presidente del Gobierno ha vuelto a comprar a su socio en Moncloa las recetas populistas de Unidas Podemos para bajar la inflación. En concreto, promoviendo dos nuevos impuestos -a las eléctricas y a los bancos-, y un paquete de medidas, que aumentará el gasto público de las arcas españolas -según el Gobierno, en 15.000 millones entre los dos últimos decretos-, con incremento de becas, subvenciones al transporte, desbloqueo de la Operación Campamento, y un Centro Estatal de Salud Pública.
Con motivo del Debate del Estado de la Nación, Pedro Sánchez apeló al acuerdo de los agentes sociales para alcanzar un pacto de rentas y contener los salarios, no sin pedir a los ciudadanos tres esfuerzos: incrementar el teletrabajo, rebajar el consumo de energías -en verano con el aire acondicionado, y en invierno bajando los grados de la calefacción- y, por último, apostando por el transporte público.
Moncloa, sin responsabilidad
El jefe del Ejecutivo comenzó ayer el discurso de su primer Debate del Estado de la Nación reconociendo la difícil situación económica que atraviesa España, como consecuencia, en su opinión, de los efectos de la pandemia y de la guerra de Putin.
Sánchez se comprometió a no irse por las ramas, y a centrarse en lo que iba mal, por lo que señaló que el principal reto del Gobierno es hoy la inflación, y por tanto iba hacer un diagnóstico certero y claro.
En su diagnóstico, el presidente criticó y tildó de a los que reprueban su gestión y "se benefician de la debilidad y echan la culpa al Gobierno del alza de los precios". En el polo contrario, abanderó la corriente de quienes trabajan con medios especialistas y con datos.
Con esa autoridad que se arrogó nada más iniciar su alocución, el presidente afirmó que "España es uno de los países con los precios más bajos". Y que, en cualquier caso, hay que mirar a los efectos de la pandemia, como una de las causas de la crisis, explicando que, el ahorro acumulado de los ciudadanos, aumentó el consumo, hizo que algunos sectores no estuvieran preparados para asumir esa demanda, y dio lugar a retrasos en las cadenas de producción, sentenció.
Todo, menos la responsabilidad del Gobierno, que "honestamente", trabaja por revalorizar las pensiones, subir el SMI y, mejorar la recaudación, apuntó.
Sin reformas estructurales a la vista, sin rebajas fiscales, sin reducción del gasto público y, sentenciando que España no apostará por las energías nucleares ni las centrales térmicas, Sánchez presumió de recaudación de impuestos.
Y exactamente habló de 15.500 millones de euros de más -recaudación récord por efecto del alza de la inflación-, que es el cálculo que hace el Gobierno en estos momentos del coste de los dos últimos reales decretos.
La piel del presidente
En su afán por dar respuesta a la crisis, el presidente del Gobierno aseveró que se va a "dejar la piel" y va a ir a por todas", para enmendar una situación que -según él- se escapa de su Ejecutivo y de cualquier oposición, matizó desde la tribuna.
Para ello, y junto con las medidas que conlleva el último Real Decreto que se someterá a votación este jueves, Pedro Sánchez anunció 100 euros más para las becas, la bonificación al 100% de los abonos de Cercanías y Rodalíes -desde septiembre a final de año-, la subvención del 30% del transporte urbano y metropolitano -pidiendo un esfuerzo de un 30% o un 50% más a las CCAA-, la colaboración de los agentes sociales en un pacto de rentas, la creación de un Centro Estatal de Salud Pública -compromiso alcanzado con las CCAA tras soportar la gestión de la pandemia-, incorporar la programación y robótica en la Educación, un nuevo marco regulador del personal de incendios y, "una verdadera política industrial".
Con triunfalismo, Sánchez destacó a España como país donde crece el empleo, "empleo de calidad", y solo ha necesitado 15 meses para recuperar las tasas prepandemia, y no 10 años como costó al Gobierno de Rajoy en la última crisis.
Asimismo, dijo que en España ya se está notando el impacto "tan positivo" de los fondos Next Generation. No en vano -manifestó-, "somos el Estado con mayor grado de ejecución, pues se trata de que lleguen al 95% del tejido empresarial", dijo.
Reacciones
Desde las patronales empresariales, CEOE y Cepyme reaccionaron a las medidas de Pedro Sánchez con el siguiente comunicado:
"En relación con las medidas anunciadas por parte del Gobierno este martes, durante el debate sobre el estado de la nación, CEOE y CEPYME quieren señalar que se han adoptado sin consulta previa en el marco del diálogo social y no suponen una solución real a los problemas de elevada inflación que hoy sufre la economía española.
Las empresas españolas queremos recalcar que alcanzar acuerdos significa antes de todo escuchar y considerar la situación de todas las partes. En este caso, el Gobierno ha preferido adoptar medidas de manera unilateral y después buscar un pacto, en el que, por otra parte, deberían participar también los grupos políticos.
CEOE y CEPYME quieren dejar claro que el incremento desbocado de la inflación supone un grave perjuicio y un empobrecimiento para todos, tanto para las familias como para las empresas y sus trabajadores.
Las empresas han visto recortados sus beneficios en 100.000 millones de euros entre los años 2020 y 2021, y en casi 7.000 en lo que va de año, según datos de Contabilidad Nacional".
En la misma línea que CEOE y Cepyme, a este parecer se sumó el presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien comparte lo expresado por las organizaciones empresariales . "La confianza, la seguridad jurídica en estos momentos debe estar por encima de la demagogia y las medidas populistas que no atajan el problema de la inflación", ha indicado Amor en un tuit.