
La intención de Economía de implantar un cálculo alternativo al PIB -esta vez de carácter diario en la metodología del Instituto Nacional de Estadística (INE)-, forzó la dimisión de su presidente, Juan Rodríguez Poo, según fuentes políticas y económicas consultadas por elEconomista.es. El nuevo método de cálculo profundizaría en indicadores como la recaudación, el uso de tarjetas de crédito o la productividad y ofrecería lecturas de la Contabilidad Nacional más ajustadas a la realidad actual y, por ende, más positivas.
Rodríguez Poo habría rechazado de plano las orientaciones que el Ministerio hacía para elaborar los datos con el llamado PIB diario que Economía calcula desde el año pasado. No en vano fue en 2021 cuando sus técnicos empezaron a trabajar en él para uso interno. El problema estriba en que este protocolo no tiene el aval de Eurostat ni del Plan Estadístico Nacional.
Desde el Ministerio dirigido por Calviño niegan, no obstante, que la salida de Rodríguez Poo se deba a enfrentamientos con este departamento y alegan "que acabó su etapa profesional al frente de la institución". Además, aseguran que todos los cambios que se preparan para el Estatuto del INE respetan el Código Europeo de Buenas Prácticas Estadísticas y no hay conflicto con las instituciones comunitarias.
Con todo, las fuentes políticas y económicas consultadas explican que el cambio que se acometerá en el INE se debe fundamentalmente a que, desde hace tiempo, ni Calviño ni tampoco la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparten la metodología del presidente Rodríguez Poo.
En opinión de las dos dirigentes, la economía española ya está por encima de los niveles pre-Covid, y aquel dato de crecimiento del 0,3% en el primer trimestre es excesivamente bajo para los datos adelantados con los que ha trabajado la Administración; de manera que -sostienen a elEconomista.es fuentes de los los ministerios-, el INE no refleja bien cómo se está comportando la economía.
Sin beneplácito
El problema del cambio de metodología reside en que dicha actuación no tendría el beneplácito de los organismos correspondientes, y siempre serían comparados con los estándares internacionales que por lógica también calculan los datos del PIB y del IPC de España.
De hecho, no fue no hace más de un mes cuando Eurostat avaló el buen funcionamiento del Instituto Nacional de Estadística de España, el INE, dejando constancia de ello a través de un análisis detallado.
Una circunstancia que contrasta con la explicación que una fuente del Ministerio de Economía ha dado a este medio de comunicación, subrayando que, en el mes de abril se aprobó una modificación de la Ley de Función Estadística Pública como parte de la exigencia de Eurostat para agrupar y cohesionar datos. Ya en el plan 2021-2024 -remarcan estas mismas fuentes- se planteó este objetivo con Rodríguez Poo como impulsor. Sin embargo -mantienen-, él tiene que entender que su etapa al frente del INE se acabó; y además, Calviño quiere profundizar en el acceso al Big Data, y a una gestión actualizada para facilitar el seguimiento de la economía.
Pero este argumento de Economía no resulta creíble para las fuentes consultadas. Porque en el caso de haber sido así, es decir, de unas desavenencias técnicas entre el órgano autónomo y el ministerio, la marcha de Poo -cuyo cese parecía cantado- no está suficientemente justificada. Es más, -señalan-, el motivo podría ser una posible bronca de Calviño al INE, por no seguir las directrices políticas y no querer saltarse la ortodoxia y pulcritud con la que siempre ha trabajado el INE. Fuentes parlamentarias abundan en este aspecto, y en que Poo no quería quemarse con la idea pretendida por Calviño.
Un error con consecuencias
Y es un error, plantea un conocido economista, porque al exagerar el alza de la recuperación con la implantación de un PIB diario, a la postre eso se acabará traduciendo en una recesión de caballo. Dicho de otro modo, que, el PIB y el IPC, indicadores que están diseñados por organismos internacionales homologados, suelen ser mejor para cualquier gobierno a medio y largo plazo, porque, "la recesión cae menos o, las formaciones brutas de capital están periodificadas".
Más allá del círculo de economistas que podría haber influido en la ministra Calviño a provocar una dimisión, la oposición al Gobierno destaca que, la del INE, no es la única intervención, en cuya presidencia suena el nombre de Israel Arroyo -exnúmero dos de José Luis Escrivá, hasta la semana pasada-. Según fuentes parlamentarias, lo que ha pasado en el Instituto Nacional de Estadística recuerda a lo que ocurrió con José Félix Tezanos, al frente del CIS; organismo para el que también cambió la metodología de los sondeos.