Rusia cortó el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por no doblegarse ante las exigencias de Moscú sobre el pago en rublos de la energía. Pues bien, este movimiento ya tiene la consecuencia que esperaba Vladimir Putin: la ruptura de la unidad europea frente a Rusia. Varias empresas sopesan abrir cuentas en rublos para pagar la energía a Rusia en un movimiento que puede romper la unidad en la imposición de las sanciones de la UE sobre Rusia.
Las empresas gasistas temen quedarse sin el suministro de gas ruso que tantos beneficios da con su venta a las comercializadoras y consumidores. Ante la posible respuesta de algunas empresas y países, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió este miércoles que las empresas energéticas europeas que tengan contratos en euros o dólares "no accediesen a las demandas rusas" porque estarían violando las sanciones europeas contra Moscú e incurrirían en un "alto riesgo".
"No deben acceder a las demandas rusas. Sería un incumplimiento de las sanciones y un alto riesgo para las empresas", dijo Von der Leyen en una breve rueda de prensa después de que la gasística rusa Gazprom cortara el suministro a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar en rublos.
Desde el Financial Times desvelan que los distribuidores de gas en Alemania, Austria, Hungría y Eslovaquia ya planean abrir cuentas en rublos en Gazprombank en Suiza para satisfacer el requisito ruso de recibir los pagos en su propia moneda, según personas con conocimiento de los preparativos.

Este interés de varias firmas por realizar pagos en rublos está dando alas a la divisa rusa que ya alcanza máximos no vistos desde noviembre de 2021. El rublo se encuentra ya muy por encima de los niveles previos a la guerra pese a la fuerte caída que sufrió en los primeros días del conflicto.
Empresas privadas y públicas
Los grupos incluyen dos de los mayores importadores individuales de gas ruso: Uniper, con sede en Düsseldorf, y OMV, con sede en Viena. Las negociaciones entre los compradores europeos y Gazprom, el proveedor de gas controlado por el estado ruso, se han intensificado a medida que se acercan los plazos de pago.
Eni, empresa pública italiana, otro de los grandes clientes de Gazprom, está evaluando sus opciones, según han rebelado dos personas familiarizadas con las discusiones. La compañía respaldada por Roma tiene hasta finales de mayo, cuando vence su próximo pago por los suministros rusos, para hacer una llamada final.
Hungría pagará con rublos
Por si estas especulaciones fueran poco, el Gobierno de Hungría ha confirmado que utilizará el sistema de pagos puesto en marcha por Rusia para pagar en rublos las importaciones de petróleo y gas, tras la batería de sanciones impuestas contra Moscú por su invasión militar de Ucrania.
El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, ha defendido la decisión de Budapest en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNN y ha destacado que "el 85% del suministro gas" y "el 65% del suministro de petróleo" llegan desde Rusia.
"¿Por qué? Está determinado por la infraestructura. No es por diversión, no hemos elegido esta situación", ha resaltado, antes de incidir que no hay rutas o fuentes alternativas que permitan a Hungría dejar de importar energía desde Rusia.
Hay que recordar que todos estos movimientos se están produciendo después de que el Gobierno ruso firmase un decreto mediante el cual se establece que el pago del gasoducto ruso suministrado a partir de abril debería realizarse exclusivamente en rublos. Por su parte, la Unión Europea (UE) ha aplicado por primera vez sanciones al carbón ruso y sopesa nuevas medidas contra el petróleo y gas.