El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la presidencia del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de no tener más política energética que la de "la improvisación". Según él, "España se enfrenta al riesgo de colapsar la economía por un planteamiento estrictamente ideológico".
Feijoó, en declaraciones al diario La Razón, se muestra contrario a la forma en la que el Ejecutivo está abordando la transición ecológica, sobre todo en la cuestión del cierre automático de las centrales térmicas. A diferencia de lo que han hecho países como Alemania, que se ha marcado como objetivo temporal el 2038, el Gobierno ha desenchufado a España de "esta red de energía antes de enchufar la energía nueva", sostiene el candidato a presidir el principal partido de la oposición.
En su opinión, las autoridades europeas se deben plantear una revisión de la transición ecológica, dada la actual situación inflacionaria y ante el riesgo de una posible estanflación. "España es el país con peores datos económicos de Europa", por lo que "es necesario que la energía no atranque más la competitividad de nuestra economía", señala Feijóo.
Preguntado por el acuerdo alcanzado en Bruselas para contener el precio de la energía en España, el presidente de la Xunta subraya que antes de decir "sí" debe conocer los detalles de dicho compromiso. Según él, este acuerdo alcanzado con Bruselas, que Sánchez exhibe con triunfalismo, no es ningún logro. Más bien, evidencia que "el Gobierno no fue capaz de convencer al resto de países de la UE y se ha conformado con una alternativa improvisada".
Asimismo, Feijoó afea al Ejecutivo de Pedro Sánchez que no haya bajado los impuestos como se acordó en la Conferencia de Palma y espera que el día 29 "adopte por fin medidas para abaratar los precios de la electricidad".
Sobre la huelga de los transportistas y el acuerdo alcanzado, el candidato a la presidencia del Partido Popular asegura que se ha implicado personalmente en esta cuestión y les pasaron varios borradores, pero que el problema era que "no podía aparecer la palabra 'impuestos'". Pese a esto, al final consiguieron presentar una declaración conjunta, que ha sido "desoída por el mismo Gobierno que la firmó".