
Los tipos más bajos en el Impuesto de la Renta de Personas Físicas (IRPF) se encuentran, generalmente, en la Comunidad de Madrid, que se erige como la región donde menos se paga por este tributo en comparación con Cataluña o la Comunidad Valenciana, que lideran la lista en el otro sentido. La comparativa puede suponer diferencias anuales de más de 350 euros para los contribuyentes con sueldos medios.
Este año, rebajan sus tarifas del IRPF Andalucía, Galicia, Madrid y Murcia, mientras que Cataluña rebaja los tramos inferiores e incrementa levemente los medios y los territorios forales del País Vasco y Navarra las deflactan al 1,5 y 2%, respectivamente, y Cataluña rebaja los tramos inferiores de la tarifa e incrementa levemente los medios.
Los datos se desprenden del informe sobre el panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2022 en el que el Registro de Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas.
En concreto, la diferencia a pagar entre Madrid y Cataluña por parte de un ciudadano con una renta media de 30.000 euros sería de 358 euros. Si el salario fuera de 110.000 euros, la diferencia entre Madrid y Comunidad Valenciana es de casi 3.000 euros y en el caso de una renta de 300.000 euros, la distancia entre estas dos comunidades se eleva a 18.000 euros.
Para realizar esta comparativa de la tributación en el IRPF por comunidades, los economistas han partido de un contribuyente soltero y sin hijos menor de 65 años y sin discapacidad ni ninguna otra circunstancia personal que pudiera darle derecho a deducción estatal o autonómica. No obtiene renta alguna diferente a la que proviene del trabajo personal, cuyo único gasto es el de la Seguridad Social, y se le aplica la correspondiente reducción por rentas del trabajo.
Cabe recordar que la Comunidad de Madrid aprobó de cara a 2022 una rebaja de medio punto en todos los tramos del Impuesto de las Personas Físicas (IRPF) y la eliminación de todos los impuestos propios de la región.
El presidente del REAF, Agustín Fernández, ha señalado que en muchas comunidades se presta una especial atención a la despoblación y se intenta paliar con incentivos fiscales muy diferentes, "a veces de poca entidad y de difícil gestión", fundamentalmente a través de deducciones en el tramo autonómico del IRPF.
Como consecuencia del alza de la inflación, los economistas asesores fiscales reclaman que se deflacten las tarifas del IRPF, estatal y autonómicas, de territorio común, y que se actualicen otros parámetros como dietas y gastos de kilometraje.