
Una de las líneas de actuación a nivel gubernamental es la reducción de la brecha de género entre hombres y mujeres que afecta a estas últimas y que, al tener lugar en sus salarios e incorporaciones al mercado laboral, también tiene reflejo en las pensiones que se cobran al amparo de la Seguridad Social.
Uno de los sectores más afectados por la brecha de género es el de las mujeres con hijos debido a la interrupción que el embarazo y la lactancia tiene en sus carreras laborales. Estas interrupciones (que a menudo hacen que la incorporación al trabajo sea más complicada y tarde más en producirse) se relacionan con menores cotizaciones de estas trabajadoras, lo que a su vez deriva en una menor base reguladora o un menor porcentaje de esa base y, por ende, una menor cuantía de la pensión de jubilación.
Para intentar frenar el impacto de la brecha de género y reducirla, el Gobierno modificó el pasado año el complemento por maternidad de las pensiones de jubilación convirtiéndolo en el nuevo complemento para reducir la brecha de género, que otorga diferentes cantidades mensuales extra a las pensionistas por cada hijo, a partir del primero (a diferencia del anterior complemento, que se ofrecía a partir del segundo).
En 2022, tras la actualización de las pensiones, la primera con el nuevo método de revalorización de las pensiones que tiene en cuenta la inflación media del año pasado, se modificaron las cuantías de este complemento, que han pasado a ser las siguientes:
-28 euros al mes para mujeres con un solo hijo.
-56 euros al mes para mujeres con dos hijos.
-84 euros al mes para mujeres con tres hijos.
-112 euros al mes para mujeres con cuatro o más hijos.
Estas cantidades se añaden al importe mensual de la pensión que reciba la mujer trabajadora, ya sea de jubilación, viudedad o incapacidad permanente. No importa la cuantía de la pensión, también se abonará este complemento incluso en el caso de las pensiones con la cuantía máxima.
Requisitos del complemento para reducir la brecha de género
El principal requisito para cobrar el complemento para reducir la brecha de género es generar una pensión contributiva de la Seguridad Social, además de estar dado de alta en el régimen correspondiente, tener al menos un hijo inscrito en el Registro Civil y, si el padre o el otro miembro de la pareja puede demostrar que su carrera también se vio afectada por la interrupción, tener una pensión de menor cuantía.
En el caso de que el beneficiario sea el padre, debe acreditar una cotización que dependerá de la fecha del nacimiento:
-Para nacimientos anteriores a 1995 han de demostrar 120 días de ausencia de cotización entre los nueve meses anteriores y los tres años posteriores al hecho causante.
-Para nacimientos a partir de 1995 la suma de las 24 bases de cotización posteriores al hecho causante ha de ser al menos un 15% inferior a la suma de las 24 bases de cotización anteriores a ese hecho causante.
El impacto del complemento para reducir la brecha de género
Aprovechando un día tan señalado como el 8M el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Mirgaciones informó acerca del impacto de este nuevo complemento, que perciben 190.000 pensionistas y que, según los datos oficiales, 19 de cada 20 personas (un 94%) que lo reciben son mujeres, un dato que encudra con las primeras previsiones del ministerio, que cifraba a las mujeres en un 98% del total de beneficiarios.
De todas estas mujeres, hasta 41.000 se habrían visto directamente beneficiadas por la medida: son las que lo reciben habiendo tenido un solo hijo y que no habrían cobrado el anterior complemento.
Según las proyecciones del ministerio, a finales de 2022 la inclusión de este complemento habrá reducido en un 19% la brecha de género en las pensiones, pero aún queda mucho trabajo por hacer: su cobro se mantendrá hasta que dicha brecha, que estaba en un 30% en 2021, sea del 5%.