La gravedad de la situación en Ucrania marcó ayer la reunión de la Mesa Redonda Europea por la Industria (ERT por sus siglas en inglés), celebrada en Palacio del Elíseo en París, con la asistencia del presidente del país anfitrión, Emmanuel Macron, al que acompañaron el canciller alemán, Olaf Scholz, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La ERT agrupa a los primeros espadas de los grupos industriales más importantes de Europa, cuyas plantillas comprenden a 4,5 millones de trabajadores a escala mundial. Entre sus máximos representantes, quienes estuvieron presentes en la cumbre de ayer de El Elíseo, se encuentran el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y su homólogo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
En total fueron 14 los líderes empresariales presentes, incluyendo a los presidentes de Volvo (Carl-Henric Svanberg) y Vodafone (Jean-François van Boxmeer), el consejero delegado de BASF, Martin Brüdemuller, el director ejecutivo de Leonardo, Alessandro Profumo, la consejera delegada de ThyssenKrupp, Martina Merz o, o el CEO de Air Liquide, Benoit Poitier, entre otros.
Todo ellos mostraron su total respaldo a las sanciones de la UE contra Rusia al tiempo que mostraron su apoyo a la búsqueda de la paz y al proyecto europeo. También ayer los ministros de Energía de la UE se reunieron, en Bruselas para evaluar el impacto de la invasión rusa. "A corto plazo, el análisis de la Comisión muestra que no existe riesgo de seguridad del suministro energético a corto plazo," dijo Barbara Pompili, ministra francesa, tras la reunión de , aunque reconoció que los Estados miembros tendrá que mejorar su capacidad para almacenar gas natural líquido en el futuro. Europa necesita una alternativa al gas ruso. La dependencia ahora es enorme, en torno al 40% del gas que usa Europa viene de Rusia, y el conflicto está empeorando una crisis energética que ya estaba disparando los precios de la electricidad en el continente desde hace meses. Por eso, Europa mira al gas natural líquido como alternativa.
A corto plazo, sin embargo, la UE reconoce estar más expuesta a la volatilidad de los precios, que se ha visto agravada por el conflicto. Pompili confirmó que los veintisiete han pedido a la Comisión que revise la comunicación presentada el pasado año con las recomendaciones para hacer frente a la crisis, para que refleje la realidad a la que se enfrentan actualmente los gobiernos.
Presión española
España ha sido uno de los países que más ha presionado en este sentido y celebra la decisión de Bruselas de adaptar sus recomendaciones. "Estamos viendo una inmensa fragilidad de Europa en materia de energía como consecuencia de una dependencia muy elevada de un único proveedor del gas", ha dicho la vicepresidenta Teresa Ribera, "la solución pasa por acelerar la transición energética para disminuir la dependencia, diversificar los proveedores, potenciar el ahorro y la eficiencia, acelerar las renovables, facilitar un diálogo fluido con otros proveedores de gas, buscando la máxima cooperación a nivel europeo y aplicando medidas de efecto inmediato".
"Para poder defenderse de la agresión rusa, Ucrania necesita energía. La Unión Europea va a ayudar a Ucrania con ayuda humanitaria, armas pero también con suministro energético", anunció Pompili tras el encuentro.