
La Comisión Europea presentará el próximo mes de marzo una serie de directrices para facilitar la transición a la vuelta al Pacto de Crecimiento y Estabilidad, las normas fiscales y presupuestarias de la Unión Europea, que volverán a entrar en vigor en 2023, anunció su vicepresidente ejecutivo económico Valdis Dombrovskis ante el Parlamento Europeo.
Aunque Bruselas reconoce que la creciente incertidumbre derivada de la explosión de casos de COVID, la inflación récord, la crisis energética y los problemas de suministro a causa de los cuellos de botella amenazan con ralentizar el crecimiento económico, no cree que esté en riesgo la sólida recuperación de la economía europea. Pero para garantizarlo, "será crucial mantener una estrecha coordinación de las políticas fiscales", aseguró Dombrovskis. Y por eso, aboga por la vuelta de la disciplina fiscal el próximo año.
El ejecutivo comunitario advierte que aunque el apoyo público a la inversión será todavía necesario en los próximos meses, los gobiernos deben empezar a reducir el déficit y la deuda progresivamente. Para facilitar este trabajo, sobre todo de cara al diseño de los presupuestos nacionales de cara al año que viene, la Comisión proporcionará una serie de orientaciones que "reflejarán la situación económica mundial, la situación económica y presupuestaria específica de cada Estado miembro y también el debate sobre la revisión del marco de gobernanza económica de la UE," explicó Dombrovskis.
Un debate que Bruselas espera que concluya antes de 2023, para que las nuevas normas fiscales puedan entrar a tiempo en vigor, y que sin embargo es extremadamente complejo y políticamente sensible y divisivo para los veintisiete países. Precisamente la revisión de los niveles de deuda y déficit tolerables será una de las claves fundamentales. "Reducir el elevado endeudamiento de forma favorable al crecimiento no es necesariamente un oxímoron pero es un reto para nuestras políticas y normas fiscales en los próximos años," admitió el Comisario de Economía Paolo Gentiloni. "Necesitamos normas fiscales que puedan imponer objetivos de reducción de deuda realísticos", añadió Dombrovskis.