
Los sectores de la restauración y el ocio nocturno catalanes prevén tomar acciones legales conjuntas ante las restricciones anunciadas por el Govern para frenar el aumento de los contagios de Covid-19 en Cataluña, que incluyen volver a cerrar el ocio nocturno y restricciones de aforos en la hostelería, el comercio y los actos culturales y deportivos, así como toque de queda nocturno y la limitación de reunión a un máximo de 10 personas.
Las entidades aliadas esperarán al resultado de la Conferencia de Presidentes de toda España que tendrá lugar este miércoles, así como a la respuesta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) respecto a las limitaciones planteadas por la Generalitat, lo que no se prevé hasta el jueves, para aplicarse desde la medianoche del viernes. Al ser el día 24 inhábil en la Justicia, no podrán presentar recurso hasta después de Navidad.
Se trata del Gremio de Restauración de Barcelona; la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon); la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm); la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASACC) y Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y Provincia, apoyados por la patronal Pimec.
Consideran que las medidas propuestas son desproporcionadas e injustas y ponen en riesgo a unos sectores que se han visto repetidamente limitados desde el inicio de la pandemia, y por segunda vez en Navidades, un momento del año en el que concentran un volumen relevante de negocio.
En cualquier caso, si se aplican las restricciones, los empresarios reclaman "compensaciones directas e inmediatas" por parte de las administraciones, para evitar cierres, defendieron ayer el presidente de Pimec, Antoni Cañete, y el de Foment, Josep Sánchez Llibre.
El ocio nocturno calcula que, solo por fin de año, perderán 50 millones de euros, y que las ayudas recibidas desde que estalló la pandemia en 2020 cubren apenas el 1% de lo que han perdido.
Encontrar un equilibrio
Para Cañete, el efecto de las nuevas limitaciones puede ser "demoledor" para muchas empresas tras casi dos años de pandemia, e instó a encontrar el equilibrio entre seguridad sanitaria y actividad económica.
Asimismo, lamentó que Cataluña sufre la presión fiscal más elevada de España y que "no es el momento" de subir impuestos sino de bajarlos para superar la crisis. "Si perdemos competitividad, perdemos riqueza y puestos de trabajo", expuso, recordando también que la industria catalana paga la energía un 30% más cara que la vasca.
El presidente catalán, Pere Aragonès, defendió la necesidad de las limitaciones, pese a ser "duras" y "dolorosas", dada la evolución de ómicron, y afirmó que el 'Govern' está "trabajando para diseñar y poner en marcha con la máxima celeridad ayudas para los sectores afectados", si bien insistió en que es imprescindible un fondo Covid estatal para afrontar los efectos de la pandemia en 2022, como los de 2020 y 2021 pero todavía no previsto.