
Estados Unidos decepcionó al generar solo 210.000 puestos de trabajo durante el mes de noviembre, cuando la tasa de desempleo se redujo al 4,2%. El consenso esperaba que la economía sumase al menos 400.000 empleos y el paro se redujera al 4,4%.
Un chasco que llegó acompañado de una revisión al alza para los meses de septiembre y octubre, que sumaron 82.000 nóminas más de lo previsto anteriormente.
Así, en lo que va de año, el crecimiento mensual del empleo ha sido de una media de 555.000 puestos de trabajo. Las nóminas no agrícolas han aumentado en 18,5 millones desde abril de 2020, pero todavía se necesitaría crear 3,9 millones más para alcanzar su nivel anterior a la pandemia.
No obstante, este ritmo en la creación de empleo avalaría a la Reserva Federal y su potencial decisión de acelerar la retirada de sus estímulos en forma de compras de activos en su próxima reunión del 14 y el 15 de diciembre.
Esta misma semana, su presidente, Jerome Powell, indicó que las presiones inflacionarias, que alcanzan niveles no vistos en más de tres décadas, no son transitorias. Esto justificaría intensificar el recorte de compras de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas (un proceso también conocido como tapering) para ofrecer un margen necesario para elevar las tasas de interés a partir del primer trimestre del próximo año si fuera necesario.
"El decepcionante dato de noviembre sugiere que la recuperación del mercado laboral se tambaleaba incluso antes del posible impacto de la nueva variante de ómicron, como resultado del aumento de las infecciones registradas en el noreste y el medio oeste del país. Aún así, la Reserva Federal seguirá adelante con sus planes de acelerar el ritmo de la reducción compras en su reunión de política monetaria de este mes", explica en un informe a sus clientes, Andrew Hunter, economista de Capital Economics.
Según los datos dados a conocer por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Trabajo de EEUU, en noviembre, se produjeron notables aumentos de empleo en los servicios profesionales y empresariales, el transporte y el almacenamiento, la construcción y la industria manufacturera. Dicho esto, los comercios minoristas destruyeron puestos de trabajo.
La caída de 20.000 puestos de trabajo en este sector podría reflejar tanto el efecto del virus como el cambio de dinámica en el consumo del Viernes Negro, que con la pandemia ha reforzado la apetencia por las compras online. De hecho, el empleo en el sector del transporte y el almacenamiento aumentó en 50.000 puestos.
Si indagamos en los datos ofrecidos por el Departamento de Trabajo se puede apreciar un tímido aumento de 23.000 puestos de trabajo en el ocio y la hostelería, lo que indica que la incipiente oleada de infecciones invernales, incluso antes de la irrupción de ómicron, implica que la creación de nóminas en estos sectores seguirá siendo débil durante los próximos meses.
Por su parte, el número de desempleados descendió en 542.000 personas, hasta los 6,9 millones. Sin embargo, tanto la tasa de paro como el numero de desempleados se mantienen por encima de sus niveles anteriores a la pandemia (3,5% y 5,7 millones, respectivamente, en febrero de 2020). Aquellos individuos que llevan 27 semanas o más sin trabajo se mantuvo en de 2,2 millones, duplicando los niveles registrados antes del impacto del Covid-19.
La tasa de participación de la población activa subió al 61,8% en noviembre y es 1,5 puntos porcentuales inferior a la de febrero de 2020. Los salarios a la hora de las nóminas privadas no agrícolas aumentó en 8 centavos (0,3% intermensual), hasta los 31,03 dólares. En los últimos 12 meses, el sueldo medio por hora acumula una subida del 4,8%.