
El Ministerio de Transición Ecológica dejará para el primer trimestre del próximo año la subasta de biomasa que debería haberse celebrado este mes de diciembre.
El Ejecutivo mantiene en estos momentos negociaciones con el sector para tratar de alcanzar un acuerdo sobre las condiciones de esta convocatoria, que supondrá la construcción de 140 MW de nueva capacidad.
El sector ha reclamado al Ministerio que aplique una serie de cambios a la propuesta existente, ya que considera que no se le pueden aplicar las mismas condiciones que tienen la eólica o la fotovoltaica.
Según fuentes consultadas por elEconomista, la biomasa ha planteado al ministerio que el plazo de retribución para las plantas pase de los 15 años que había puesto sobre la mesa en un primer momento el Ministerio a los 20 años que estaría dispuesto a considerar el departamento de Teresa Ribera.
Pese a esto, los promotores de biomasa consideran que la vida que debería aplicárseles para poder alcanzar en la subasta un precio más bajo debería alcanzar los 25 años pero esta opción está limitada por la regulación.
Según las previsiones que maneja el sector, en el caso de que la vida que se plantee para estas plantas sea de 20 años o de 25 años se podrían alcanzar precios de entre 100 y 150 euros/ MWh.
Otro de los puntos que el sector reclama que se tenga en cuenta antes de presentar la regulación de estas subastas es la actualización del precio de los costes de la energía y eso se va a ver reflejado en los precios de la subasta.
La normativa prevista para las subastas deja alrededor de un 25% del precio ligado a los niveles que registra el mercado mayorista de la electricidad pero el sector considera que este porcentaje no debería existir al tratarse de una tecnología gestionable.
La subasta que plantea el Gobierno limita también a las compañías para que no puedan hacerse con más del 50% de la capacidad subastada. Al tratarse de 140 MW, la convocatoria podría dejar limitado el acceso a dos plantas de grandes operadores y los restantes 40 MW a instalaciones menores.
La biomasa representa el 6% del total de energía final consumida en España
El Plan Nacional de Energía y Clima establece en el escenario objetivo una potencia instalada de biomasa de casi 1.677 MW para 2030, que significaría más del doble de la potencia instalada actualmente. También establece el objetivo de generación eléctrica bruta de más de 10.000 GWh para 2030
La biomasa representa el 6% del total de energía final consumida en España y, dentro del mix renovable, este porcentaje se eleva hasta el 48%. Esto se debe a su uso para generación térmica y para el transporte, mientras que para generación eléctrica tiene una menor penetración
Supondrá un 5% de la generación renovable nacional durante dicho periodo de tiempo
La potencia total instalada de biomasa y de residuos alcanzó los 857 y 588 MW respectivamente en 2019, creciendo un 9% con respecto al año 2014, y generando alrededor de 5,3 TWh, lo que supone un 5% de la generación renovable nacional durante dicho periodo de tiempo
España es uno de los países europeos con mayor potencial para el desarrollo de la biomasa pues se sitúa como el tercer país con mayor cantidad de recursos aprovechables, sin embargo, se encuentra a la cola en el aprovechamiento energético de los residuos generados.