Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso estarían a punto de cerrar la guerra abierta por el control del partido en Madrid. Responsables del Grupo Parlamentario Popular y dirigentes autonómicos próximos a la dirección nacional confirman que ambas partes han llegado a un principio de acuerdo por el que la cúpula de Génova con Casado y García-Egea al frente aceptan que Ayuso sea también la presidenta del PP madrileño, como ocurre con el resto de los barones regionales, con el alcalde de la Capital, José Luis Martínez Almeida como secretario general.
Quedaría por concretar la fecha del congreso regional, pero ambas partes han pactado también que los nombres de la Ejecutiva madrileña y la candidatura a las elecciones autonómicas de mayo se harán por consenso, mientras que Ayuso dará libertad a Almeida para que elabore la lista de las municipales.
Los barones, decisivos
La presidenta de la Comunidad se habría comprometido también a aglutinar las diferentes sensibilidades del PP bajo su presidencia para lo que se abrirán ahora nuevas negociaciones que pueden suponer otro punto de conflicto dado que Isabel Díaz Ayuso ha propuesto a Alfonso Serrano, portavoz en la Asamblea de Madrid como su número dos en el PP madrileño, que suscita reticencias en Génova, y quiere eliminar de la dirección regional a Ana Comins, Ángel Carromero y Ana Pérez, leales al tándem Casado-García Egea.
Los parlamentarios y dirigentes autonómicos citados aseguran también que para este principio de acuerdo habría sido decisiva la intervención, en los días previos al Congreso del PP de Castilla-La Mancha en Puertollano de los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo y de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla quienes consideran un suicidio mantener por más tiempo el pulso entre las direcciones nacionales y de la Comunidad de Madrid, y han mostrado su alarma ante la pérdida constante de intención de voto en las encuestas en el último mes y medio a nivel nacional y en sus propios territorios, sobre todo teniendo en cuenta que Moreno tiene comicios autonómicos a final de 2022, con posibilidad de adelantarlas para antes del verano.
Apuntan, asimismo, que el problema de no resolver con integración sino con vencedores y vencidos supone también un grave perjuicio a las expectativas electorales del propio Casado en caso de ser él quien aparezca como perdedor o de Díaz Ayuso para relevar la presidencia de la Comunidad en el caso contrario.
Entienden, además, que las maniobras de Génova para aplazar el congreso regional de Madrid y la operación para enfrentar al alcalde y portavoz nacional Martínez Almeida con Isabel Díaz Ayuso, o para impulsar la tercera vía de Ana Camins son todo lo contrario a esa "sensatez e inteligencia" que reclama el presidente de Castilla y León Alfonso Fernández Mañueco, y sólo están sirviendo para favor y beneficio de un Pedro Sánchez agobiado por los graves problemas del país y la falta de soluciones del Gobierno como el descontrol de los precios energéticos, el sainete de la reforma laboral, la inflación desbocada, la ausencia de política exterior, el desprestigio internacional, las subidas fiscales, o unos Presupuestos del Estado imposibles de cumplir, con previsiones irrealizables en crecimiento, déficit y deuda.