La ciudad de Chicago (estado de Illinois) ha aprobado uno de los proyectos pilotos de renta básica universal más grandes de Estados Unidos, en el cual otorgará de manera aleatoria 500 dólares al mes durante un año a 5.000 hogares con ingresos bajos. En concreto, estará destinado a aquellas personas con ingresos por debajo de 35.000 dólares al año.
Los fondos vienen del nuevo presupuesto que se ha aprobado esta semana y en el que se han destinado casi 32 millones de dólares para este proyecto. Con esto, la ciudad de Chicago pretende ayudar a aquellas familias que han sido afectadas por la pandemia y ofrecer cierta estabilidad.
"Estamos tratando de identificar a estas familias con base a sus ingresos, especialmente las que estén por debajo de la línea de pobreza", afirmó Byron Sigcho-López, concejal del distrito 25. Según el concejal, muchas familias de las Escuelas Públicas de Chicago podrían ser elegibles. Se espera que pronto haga el anuncio el Departamento de Familia, Apoyo y Servicios.
El concejal de Chicago, Gilbert Villegas, aseguró que la ciudad estudiará cómo los elegidos gastan este salario durante los seis primeros meses y vigilarán los resultados para dedicar más ayudas sociales a los conceptos que prioricen estos ciudadanos.
¿En dónde más se ha probado?
El de Chicago no es el único proyecto que se está llevando a cabo en Estados Unidos. En Saint Paul, capital del estado de Minnesota, se aprobó un programa piloto de renta básica el año pasado, en el que 150 familias con escasos ingresos reciben 500 euros al mes durante un año y medio.
La ciudad de Stockton, California, uno de los primeros programas pilotos del país, ofreció 500 dólares a 125 residentes durante dos años. En Compton, California, 800 personas ya reciben ingresos de 300 a 600 dólares durante dos años. Y en Richmond, Virginia, se otorga 500 dólares al mes a 18 familias trabajadoras.
En cuanto a los países, el más sonado es el de Finlandia, una de las naciones en las que más interés ha despertado la renta básica. El ensayo finlandés consistió en asignar una renta básica de 650 dólares a 2.000 desempleados de entre 25 y 58 años seleccionados al azar durante 2017 y 2018. Los resultados obtenidos apenas estimularon la búsqueda de empleo, aunque contribuyeron a aumentar la seguridad económica y bienestar mental.
En Kenia, la organización benéfica GiveDirectly lleva concediendo pagos a más de 20.000 personas repartidas en 245 áreas rurales, que reciben alrededor de 26 dólares al mes. Otro país es Irán, que ha mantenido su sistema de transferencia efectivo desde que fue aprobado en 2011. En él, el estado concedió pagos mensuales a cada familia, el 29% de la renta media de los hogares.