
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no cumplirá con su promesa de deshacer la reforma tributaria implementada por su predecesor en el cargo, el republicano Donald Trump, a finales de 2017. La columna vertebral de la misma, una rebaja en el impuesto de sociedades del 35% al 21% así como un impuesto sobre la renta del 37% para los estadounidenses más acaudalados, sobrevive a los esfuerzos de los demócratas por incrementar el gasto social a través de incrementos impositivos.
Pero en estos menesteres, la historia habla por sí sola. Cabe recordar que el expresidente Barack Obama también mantuvo la inmensa mayoría de las reducciones fiscales de George W. Bush ante las trabas que plantea intentar subir los impuestos en el Congreso. Prueba de ello queda demostrado en la resistencia mostrada por los dos senadores demócratas más conservadores: Joe Manchin (Virginia Occidental) y especialmente Kyrsten Sinema (Arizona) por elevar el impuesto de sociedades, entre otros menesteres.
Sinema ha mostrado su oposición a la propuesta de la Cámara de Representantes de elevar el impuesto de sociedades del 21% al 26,5% (para recaudar unos 450.000 millones de dólares en 10 años) y a los aumentos sobre las ganancias de capital y del tipo marginal superior del impuesto sobre la renta (que ingresaría otros 300.000 millones de dólares). Con estas opciones fuera de la mesa, Manchin indicó este martes que "debería haber" un acuerdo sobre un marco de reconciliación esta semana. Los demócratas intentan alcanzar un amplio acuerdo sobre el proyecto de ley que ronde entre los 1,5 y los 2 billones de dólares antes de que finalice esta semana.
Actualmente, los legisladores buscan llegar a un acuerdo sobre el clima antes de que Biden asista a la cumbre COP26 y convencer a los demócratas progresistas de la Cámara de Representantes para que impulsen el proyecto de ley de infraestructuras bipartidista de 550.000 millones de dólares. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, ha indicado que solo hay "tres o cuatro" áreas de desacuerdo, entre las que se encuentra la cuestión principal de cómo aumentar los ingresos sin incrementar los tipos impositivos marginales de las empresas o de los individuos.