
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y los demócratas del Congreso estarían dispuestos a ceder a las presiones de los legisladores más moderados, así como de los lobbies empresariales, y retirar sus planes para elevar el impuesto de sociedades como fórmula para financiar parte de su agenda económica.
La Casa Blanca y los líderes demócratas en el Capitolio han barajado un aumento del tipo impositivo a las empresas junto con aumentos al IRPF a las rentas más altas y las plusvalías. Sin embargo, la resistencia mostrada a estos incrementos por la senadora demócrata por Arizona, Kyrsten Sinema, ha comenzado a dar sus frutos.
Sinema mostró su completa oposición a la propuesta de la Cámara de Representantes de elevar el impuesto de sociedades del 21% al 26,5% (para recaudar unos 450.000 millones de dólares en 10 años) y a los aumentos sobre las ganancias de capital y del tipo marginal superior del impuesto sobre la renta (que ingresaría otros 300.000 millones de dólares).
Dado que los demócratas cuentan con una mayoría simple en la Cámara Alta, no pueden permitirse perder el apoyo de ninguno de sus senadores. Tanto Sinema como su homólogo por Virginia Occidental, Joe Manchin, han criticado el programa de gasto adicional de Biden que inicialmente ascendía hasta los 3,5 billones de dólares. Manchin ha trazado una línea roja asegurando que no apoyará un paquete que supere los 1,5 billones de dólares. Aunque los funcionarios de la Casa Blanca y los líderes demócratas esperaban persuadir a Sinema para que cambiara su postura, sus reproches a las propuestas para la financiación del paquete, que podría reducirse hasta los 2 billones de dólares, refleja que los demócratas son conscientes de la situación. Sin su apoyo no lograrán asegurar los votos necesarios en el Senado para aprobar la prioridad legislativa de la agenda económica de Biden. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, reconoció el jueves que su partido está haciendo grandes progresos para llegar a un acuerdo sobre el plan de gasto presupuestario. Pelosi aseguró que es una opción que el paquete de propuestas sociales de Biden se apruebe sin subir los impuestos.
El plan de Biden
La propuesta fiscal inicial de Biden se ha diluido sustancialmente en los últimos meses. Recordemos que el presidente de EEUU había propuesto costear sus programas sociales aumentando el tipo máximo del impuesto sobre la renta de las personas físicas al 39,6% desde el 37% y el impuesto de sociedades al 28% desde el 21%, entre otras medidas.
Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional, y Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, se reunieron este miércoles con Ron Wyden y Richard Neal, los principales legisladores en materia de impuestos en el Congreso, para discutir posibles alternativas. Los demócratas esperan que algunos gastos del plan de gasto adicional de Biden puedan ser compensados con iniciativas como intentar reducir los costes que el gobierno federal desembolsa por los medicamentos recetados.