
Los demócratas han fijado esta semana como la fecha límite para llegar a un acuerdo de alto nivel sobre un paquete de reconciliación de entre 1,5 y 2 billones de dólares así como aprobar el proyecto de ley bipartidista de infraestructuras (que incluye un gasto adicional de 550.000 millones de dólares).
La principal novedad de la última semana es la probabilidad de que no se suba el impuesto de sociedades y se busquen otras vías de ingresos, como fiscalizar algunas de las inversiones de los individuos más ricos del país.
Los multimillonarios estadounidenses podrían tener que pagar impuestos por las plusvalías no realizadas en sus activos líquidos como forma de costear parte de la agenda económica del presidente Joe Biden. Según el plan que barajan los demócratas esta fiscalización afectaría a las personas con 1.000 millones de dólares en activos o a las que hayan declarado al menos 100 millones de dólares en ingresos durante tres años consecutivos.
Es decir, la medida tiene en el punto de mira a unos 700 contribuyentes (el 0,0002% más rico), pero los demócratas esperan que genere al menos entre 200.000 y 250.000 millones de dólares de ingresos durante la próxima década. El plan no sólo abarcaría las acciones, sino también otros activos como los bienes inmuebles.
Uno de los principales argumentos de la propuesta es que hace hincapié en los activos que normalmente no se gravan y que los multimillonarios suelen utilizar para gastar enormes sumas de dinero con un coste relativo mínimo.
Tampoco está claro que todos los demócratas estén de acuerdo con esta medida
Los republicanos, que se oponen desde hace tiempo a gravar las ganancias no realizadas, argumentan que crearía enormes burocracias y sería difícil de aplicar. Tampoco está claro que todos los demócratas estén de acuerdo con esta medida y, con una mayoría muy reducida en el Congreso, todos los votos demócratas serán necesarios si Biden y sus aliados esperan aprobar sus planes de gasto.
Los legisladores están estudiando también aplicar un impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios contables de las empresas. El Departamento del Tesoro estima que este impuesto podría recaudar 148.300 millones de dólares durante los próximos 10 años.
El senador demócrata Joe Manchin, uno de los principales opositores al gasto propuesto por Biden y los progresistas, parece estar de acuerdo con las propuestas de la Casa Blanca de aplicar nuevos impuestos a los multimillonarios y a ciertas empresas para ayudar a pagar el paquete de servicios sociales y de cambio climático de Biden.
El ambicioso paquete de gasto social y climático, se recortaría hasta los 1,75 billones
El presidente se reunió el domingo con el senador de Virginia Occidental y con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer mientras trabajan para resolver las disputas entre centristas y progresistas que han estancado el amplio proyecto de ley de los demócratas. Según fuentes citadas por Associated Press Manchin habría dado su beneplácito al nuevo enfoque de la Casa Blanca sobre las propuestas fiscales.
El ambicioso paquete de gasto social y climático, inicialmente estimado en 3,5 billones de dólares ahora se recortaría hasta los 1,75 billones, una cifra que se acerca a los 1,5 billones de dólares que buscaba el senador moderado de Virginia Occidental.