
Más allá de la disputa entre Australia y Francia, el anuncio del acuerdo AUKUS para abordar cuestiones de seguridad en la región Indo-Pacífica ha causado un importante malestar entre los socios europeos que se replantean ahora sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos y las negociaciones comerciales con Australia.
"Las relaciones internacionales son complejas, no somos unos ilusos. Pero la palabra de uno tiene un valor entre aliados, entre democracias, entre socios. Y en este caso, esa palabra no se ha respetado en otro caso lo que crea una ruptura en la confianza y preocupación, no solo en el lado francés sino europeo," dijo el Secretario de Estado francés Clément Beaune a su llegada el martes a una reunión en Bruselas, en referencia a la ruptura del contrato de compra por una docena de submarinos. Beaune defendió que las negociaciones para un tratado de libre comercio con Camberra deben frenarse, al menos, de momento.
Los ministros de Exteriores abordaron las implicaciones en seguridad y defensa de la alianza AUKUS en los márgenes de la Asamblea de la ONU, pero Francia quiere un debate en profundidad, al más alto nivel político, en el próximo Consejo Europeo. El presidente del Consejo, Charles Michel, quien confirmó que el punto estará en la agenda, se reunió el martes en Nueva York con el premier Australiano Scott Morrison. Michel le transmitió el malestar de la UE subrayando que, entre socios, lo mínimo es informarse cuando tomen decisiones de importancia en materia geostratégica. Morrison se había reunido antes también con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se vio además con el británico Boris Johnson, la otra pata de la polémica alianza.
La competencia comercial es exclusiva de la UE y, por lo tanto, la Comisión Europea negocia en nombre de los veintisiete en base a un mandato que, de momento, no ha cambiado. Sin embargo, el ejecutivo reconoce que está evaluando el impacto del anuncio en las negociaciones con Australia y que el calendario podría verse afectado, lo que podría dar al traste con los planes de concluir el acuerdo a finales de año. Antes de volver a la normalidad, dijo la presidenta Ursula Von der Leyen, habrá que saber qué pasó y por qué.