
Las principales mesas de inversión en Wall Street parecen tenerlo claro. La economía de Estados Unidos desacelera su recuperación a medida que el efecto de los estímulos se disipa y las presiones tanto de la variante Delta como de la inflación hacen mella en el consumo. Goldman Sachs ha sido la última entidad en sumarse a otras, como Morgan Stanley o Deutsche Bank, que han revisado a la baja sus perspectivas para el PIB del país.
En el caso de Goldman, su economista Ronnie Walker, recortó su proyección de crecimiento del PIB al 5,5% en el cuarto trimestre, por debajo del 6,5% previamente estimado. El banco espera que el crecimiento anual sea del 5,7% en 2021, por debajo del 6,2% de media previsto por otras entidades.
"El obstáculo para un fuerte crecimiento del consumo en el futuro parece mucho más alto: la variante del Delta ya está pesando en el crecimiento del tercer trimestre, y el desvanecimiento del estímulo fiscal y una recuperación más lenta del sector de los servicios serán vientos en contra a medio plazo", justificó Walker en una nota a sus clientes.
A partir de esta semana, las prestaciones federales de desempleo relacionadas con la pandemia expiran para todos los estados. A mediados de agosto, todavía había 9,2 millones de personas accediendo a los dos principales programas creados como parte de los estímulos fiscales.
La mayor de estas personas, donde se incluyen autónomos o freelancers, quienes normalmente no tienen acceso a los subsidios básicos por desempleo, perderán todas las ayudas. Aunque esto pueda suponer un cierto alivio para corregir la escasez de mano de obra, también puede generar un deterioro en el consumo.
Los economistas de Deutsche Bank consideran que el retroceso más brusco de lo previsto en el gasto de bienes y un comedido repunte en el desembolso en servicios (posiblemente debido a la preocupación de la variante Delta) así como unos problemas más persistentes en la cadena de suministro que pesan sobre los inventarios pesarán en el crecimiento del PIB real en el segundo semestre. El banco proyecta ahora un avance del 6,2%, frente al 7,9% anterior.
Por su parte, desde Morgan Stanley, también anticipan "una fuerte desaceleración" del crecimiento en la segunda mitad del año. Sus economistas han rebajado sus expectativas de crecimiento en el trimestre en curso desde el 6,5% al 2,9%. En los últimos tres meses del año esperan que la economía de EEUU retome algo más de impulso y crezca a un ritmo del 6,7%.
La economía estadounidense se expandió a un ritmo del 6,6% en el segundo trimestre (menos de entre el 7% y el 9% que esperaban muchos economistas)
En estos momentos, el indicador GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta indica que el PIB de EEUU crece en el trimestre en curso a un ritmo del 3,7%, una rebaja desde el 5,3% previsto a comienzos de este mes. A fecha del pasado 29 de agosto, el Nowcast de la Fed de Nueva York también indicaba que la expansión ronda el 3,8% entre los meses de julio y septiembre.
Cabe recordar que la economía estadounidense se expandió a un ritmo del 6,6% en el segundo trimestre (menos de entre el 7% y el 9% que esperaban muchos economistas). En los tres primeros meses del año, el avance fue del 6,3%.