
Con el último sondeo realizado por Rasmussen Reports indicando que el 52% de los estadounidenses desaprueba su gestión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, intenta virar de nuevo sus esfuerzos a la aprobación de su ambiciosa agenda económica. Actualmente, los legisladores deben ultimar los detalles y aprobar el proyecto de ley de inversión en infraestructuras (por valor aproximado de un billón de dólares) así como el proyecto de reconciliación de presupuesto, que busca un desembolso adicional de 3,5 billones de dólares en programas sociales.
Sin embargo no está todavía claro cuándo se completarán ambas partidas en un momento en que el Capitolio debe evitar antes del próximo 30 de septiembre un potencial cese de las operaciones y financiación del gobierno. Los congresistas y senadores también tienen que determinar qué ocurrirá con el techo de la deuda a medida que las medidas de emergencia ya en marcha por parte del Departamento del Tesoro quedarán exhaustas a finales de octubre.
Revuelta demócrata
La propia contienda demócrata a la hora de coordinar el gasto social extraordinario aupado por Biden y los progresistas enfrenta las dudas de los más moderados del partido, como es el caso del senador por Virginia Occidental, Joe Manchin. Dado que los republicanos no apoyarán este proyecto, los demócratas no pueden permitirse que ninguno de sus senadores en la Cámara Alta discrepen con este desembolso.
Deutsche Bank y Morgan Stanley observan una desaceleración de la economía de EEUU
Todo ello en un momento en que a partir de esta semana, las prestaciones federales de desempleo relacionadas con la pandemia expiran para todos los estados. A mediados de agosto, todavía había 9,2 millones de personas accediendo a los dos principales programas creados como parte de los estímulos. Los economistas del financiero Deutsche Bank consideran que el retroceso más brusco de lo previsto en el gasto así como unos problemas más persistentes en la cadena de suministro que pesan sobre los inventarios pesarán en el crecimiento del PIB real en el segundo semestre. El banco proyecta ahora un avance del 6,2%, frente al 7,9% anterior.
Por su parte, desde Morgan Stanley, también anticipan "una fuerte desaceleración" del crecimiento en la segunda mitad del año. Sus economistas han rebajado sus expectativas de crecimiento en el trimestre en curso desde el 6,5% al 2,9%. Aún así, todavía consideran que EEUU crecerá un 6,7% en los últimos tres meses del año.