Economía

Cobrar menos a cambio de seguir trabajando desde casa: una opción que se plantean cada vez más empleados

  • Una encuesta masiva traza las nuevas preferencias de los trabajadores... y las desigualdades creadas por el teletrabajo

La pandemia COVID-19 acabará en algún momento, pero dejará tras de sí un profundo cambio en el trabajo en todas sus formas. Eso es lo que opinan cada vez más expertos y que refuerza un nuevo análisis masivo realizado por la Universidad de Stanford, donde se han trazado las convicciones de los trabajadores ante el año que impulsó el teletrabajo ahora que se plantea la vuelta a las oficinas, pero también las diferentes 'clases' que ha creado en una misma empresa.

Según el economista de Stanford Nicholas Bloom, es probable que este cambio de actitud hacia el trabajo desde casa se mantenga.

Las encuestas realizadas por Bloom y sus colegas a más de 30.000 estadounidenses muestran que la mayoría de los trabajadores a tiempo completo esperan seguir trabajando a distancia al menos dos o tres días a la semana. Bloom, profesor de economía, valora también que la mitad de los empleados estadounidenses trabajarán desde casa al menos dos días a la semana después de la pandemia.

Según sus resultados, la nueva normalidad consistirá en acuerdos híbridos en los que alrededor del 20% de los días de trabajo se llevarán a cabo desde casa, lo que supone un descenso con respecto al pico de la pandemia, pero cuadruplica la tasa de trabajadores en remoto de antes de la pasada primavera.

Trabajar desde casa equivaldría al 7% del salario para muchos empleados

Bloom, en colaboración con José María Barrero del Instituto Tecnológico Autónomo de México y Steven J. Davis de la Universidad de Chicago, ha encuestado periódicamente a miles de adultos en edad de trabajar sobre este tema desde mayo de 2020.

En su encuesta más reciente, realizada en abril, encontraron que en general, más del 60% dijo que trabajar a distancia había resultado mejor de lo que esperaban. De hecho, el empleado medio dijo que el valor de trabajar desde casa era una ventaja que equivaldría aproximadamente el 7% de su salario total, al que estarían dispuestos a renunciar por mantener la opción remota.

No solo a los empleados les gusta el trabajo a distancia. El estigma de "trabajar desde casa" ha desaparecido en gran medida a medida que los empresarios han descubierto que el trabajo a distancia puede aumentar la productividad, según la misma encuesta. Casi el 40% de los encuestados afirma que ha sido más eficiente trabajando desde casa.

La principal fuente de esa eficiencia proviene de la drástica reducción del tiempo de desplazamiento. Bloom y sus coautores calculan que trabajar desde casa ha supuesto un ahorro de 60 millones de horas de desplazamiento cada día laborable.

Pero el teletrabajo también genera desigualdades

Sin embargo, no todas las repercusiones económicas del aumento del trabajo a distancia son positivas: Las oficinas vacías y los trabajadores ausentes están vaciando el centro de algunas ciudades. "Es un cambio permanente", dice Bloom en declaraciones al centro de prensa de su Universidad. "Las grandes ciudades sufrirán las consecuencias".

A pesar de los beneficios del teletrabajo están ahí, Bloom advierte que un cambio completo al trabajo a distancia también impondría un peaje en la innovación, porque trabajar juntos en persona es crucial para la colaboración creativa, la lluvia de ideas y la planificación a largo plazo. "Hay una contrapartida", dice.

"Por un lado, trabajar desde casa puede ser más productivo para las personas que realizan tareas individuales, sobre todo porque elimina el desplazamiento. Pero todos los directivos con los que he hablado dicen que trabajar desde casa puede perjudicar la innovación a largo plazo".

Trabajar desde casa también puede ser perjudicial para la inclusión si se gestiona mal. En su encuesta, Bloom y sus colegas descubrieron que entre los trabajadores con estudios universitarios y con hijos pequeños, las mujeres eran casi un 50% más propensas que los hombres a querer trabajar desde casa cinco días a la semana.

Esto podría ser problemático porque hay pruebas de que trabajar desde casa mientras otros miembros del equipo están en la oficina puede frenar el avance de los empleados.

Los retos del trabajo híbrido

En conjunto, estos resultados sugieren que dejar que los empleados elijan cuántos días trabajan desde casa podría dar lugar a disparidades y conflictos tras la pandemia. Los jóvenes solteros podrían optar por acudir a la oficina y obtener un rápido ascenso, mientras que los empleados con hijos pequeños que decidan trabajar desde casa, especialmente las mujeres, podrían verse frenados. Esto, según Bloom, sería tanto una pérdida para la diversidad como "una bomba de relojería legal" para los empresarios.

Otra de las preocupaciones planteadas por la encuesta de Bloom es que, aunque el trabajo desde casa se considera un valioso privilegio, normalmente sólo está al alcance de los empleados directivos y profesionales con más formación y mayores ingresos.

Aproximadamente la mitad de los empleados no pueden trabajar desde casa, sobre todo los trabajadores de servicios y de la industria. Estos trabajadores de primera línea ya se han enfrentado a un mayor riesgo de infección, ya que han tenido que acudir al trabajo durante la pandemia. Todo ello puede crear según los investigadores un sistema de 'clases' entre los que pueden teletrabajar y los que no.

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