
Ir ahorrando dinero de cara a grandes proyectos de vida, improvistos o incluso mirando al futuro y la jubilación es una de las obsesiones más frecuentes en los trabajadores. Sin embargo, hacerlo no es fácil y más en un contexto de crisis económica como el que se nos viene encima por la pandemia de coronavirus. Por eso, puede ser de gran ayuda guiarse por un modelo.
Uno de ellos es el conocido como la 'fórmula Greene', un método de ahorro ideado por la economista Kimmie Greene que toma como referencia el salario anual de un trabajador y el porcentaje de éste que debe destinar a dicho ahorro en función de la edad que se tenga.
Por lo tanto, esta 'fórmula Greene' no da cantidades exactas, sino proporciones de nuestro salario bruto anual que, en lugar de aplicarse al consumo, ocio, alquiler o facturas, debe destinarse al cajón del ahorro.
Los dos primeros pasos son los siguientes: tener ahorrada a los 20 años una quinta parte del salario anual (un 20%) y, con eso, llegar a los 30 años con el 100% del sueldo anual bruto ahorrado.
A partir de ahí, el método de Greene es ir ahorrando un salario anual cada cinco años, elevando la capacidad de ahorro de forma que a los 35 años se disponga del doble de nuestro salario anual, a los 40 años el triple, a los 45 años el cuádruple...y así, sucesivamente, hasta cumplir los 65 años, edad de jubilación, en la que se tendría que disponer de un ahorro equivalente a ocho veces el salario anual bruto.
La secuencia es clara para una persona que, por ejemplo, tenga un sueldo de 25.000 euros brutos anuales. Así, tendría que llegar a esa cantidad a los 30 años e ir ahorrando dicha cifra cada cinco años: 50.000 euros a los 35 años, 75.000 euros a los 40 años, 100.000 euros a los 45...y alcanzar los 65 años con 200.000 euros ahorrados que servirían como un útil colchón para la jubilación.
No obstante, hay que tener en cuenta que el salario bruto del trabajador varía con el tiempo. La habitual tendencia salarial en la vida laboral hace que los sueldos más bajos se concentren en los primeros años de trabajo y, de mantenerse este, los sueldos más altos suelen coincidir con el tramo final de nuestra vida laboral.
Es por eso por lo que Greene especifica que su método ha de ser flexible y depende de estas variables y otras como años con gastos imprevisibles, posibles estapas de desempleo...la clave radica en llegar a la edad de jubilación con el montante global ahorrado, aunque alcanzar los hitos correspondientes a cada edad son importantes, ya que sirven para afianzar el cumplimiento del objetivo.
Aunque el método de Kimmie Greene se centra en las proporciones de nuestro sueldo que hay que ahorrar, la autora da algún que otro consejo para arañar dinero: sacrificar parte del ocio en beneficio del ahorro, el traslado a ciudades más baratas en su estilo de vida o el depósito del dinero en un plazo fijo que reporte beneficios extra que ayuden al objetivo.