
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) ha explicado los cambios en la nueva estrategia de política monetaria que llevaban debatiéndose más de un año. La presidenta ha querido remarcar que ese 2% de inflación anual no será un techo, lo que evidencia que el BCE busca con esta reformar reforzar las expectativas de inflación futura en la zona euro.
Lagarde ha señalado al comienzo de su discurso que este 2% "reemplaza la formulación anterior que se considera en general como demasiado enrevesada y en ocasiones da lugar a percepciones erróneas sobre las aspiraciones del Consejo de Gobierno. La nueva formulación elimina cualquier posible ambigüedad y transmite resueltamente que el 2% no es un techo".
En su comparecencia ante los medios de comunicación, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha subrayado que la decisión de modificar la definición del objetivo de estabilidad de precios ha sido adoptada por unanimidad por el Consejo de Gobierno, subrayando que al eliminar la expresión "por debajo, pero cerca" del 2% se mejora la claridad del mensaje.
La abogada francesa ha explicado que el nuevo objetivo del 2% elimina la ambigüedad del anterior objetivo, que se encontraba cerca pero por debajo del 2%. De este forma ahora existe una meta de inflación precisa que dará mayor información al mercado y la economía.
Además, Lagarde ha insistido en el que el Índice de Precios al Consumidor Armonizado (IPCA) seguirá siendo la vara de medir la inflación, pero tendrá en cuenta la evolución del precio de la vivienda (los alquileres imputados), que ahora mismo está fuera del IPCA. "Será una medida complementaria para tomar nuestras decisiones", ha destacado Lagarde.
No obstante, la presidenta del BCE ha querido restar importancia a esta decisión asegurando que la inclusión de los alquileres imputados no supondrá un gran cambio en la forma de medir el IPC en la zona euro. Algunos expertos creen que esta inclusión habría incrementado la inflación en 10 puntos básicos anuales entre 2015 y 2019 en la zona euro.
Un ojo al pleno empleo
Por otro lado, Lagarde también ha ampliado los objetivos de la política monetaria: "El objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro. Sin perjuicio de este objetivo, el Eurosistema apoyará las políticas económicas generales de la UE con el fin de contribuir a la realización de los objetivos de la UE, que incluyen un crecimiento económico equilibrado, una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente".
Lagarde ha asegurado que no pasarán otros 20 años hasta que el BCE vuelva a revisar su política monetaria. La francesa ha revelado que la próxima revisión tendrá lugar probablemente en 2025.
El Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto revisar periodicamente su estrategia y volverá a evaluarla en 2025, después de culminar este jueves la primera revisión de la misma desde 2003 con la decisión de situar el objetivo de inflación de la entidad en el 2% a medio plazo, además de introducir la flexibilidad de una simetría que permitirá desviaciones tanto al alza como a la baja.
"El Consejo de Gobierno se propone evaluar periódicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria, con la próxima evaluación prevista para 2025", recoge el BCE en el documento donde se señalan las conclusiones de esta revisión, que la institución ha llevado a cabo durante los últimos 18 meses.
En lo que se refiere a la compra de bonos en el futuro, Lagarde ha reconocido que habrá ciertos activos que podrían quedar fuera de los programas de compras del banco central si no cumplen con ciertos requisitos de sostenibilidad y de emisiones. De esta forma se pretende incentivar a las empresas para que tomen una posición clara en lo que al medioambiente y al cambio climático se refiere.