Economía

Las multinacionales recelan aún de invertir en Cataluña

  • Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona han puesto en marcha planes para captar proyectos foráneos
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Para invertir en un país extranjero, una compañía busca cierta estabilidad. Un contexto que le sea favorable a sí misma y a las características de su actividad. Si no consideran que hay una demanda para lo que ofrecen, que las infraestructuras no son las adecuadas para transportar sus productos o llevar a cabo sus servicios en dicho país o que las políticas llevadas a cabo en el mismo les pondrán complicaciones para garantizar un retorno a su inversión, no invertirán.

Cataluña ha sido siempre uno de los polos de atracción de inversión extranjera en España, pero el referéndum de independencia de 2017 provocó una tormenta perfecta que acabaría con miles de empresas trasladando su sede social a otras partes de España y con la reticencia de compañías internacionales a poner dinero en Cataluña. Las cifras así lo reflejan. En 2013, Madrid concentró el 62% de la inversión extranjera. En 2020, concentró el 75%. De 23.824 millones invertidos en España el año pasado, solo 2,967 millones llegaron a Cataluña, lo que supuso un retroceso del 22,7% con una también marcada influencia de la crisis internacional por el Covid.

Entre 2017 y 2020 la inversión extranjera anual ha caído en casi 2.000 millones. Sin embargo, en 2021, con la actividad reanudándose, las compañías internacionales siguen sin confiar en la región. Según el Idescat, durante el primer trimestre se captaron 463,1 millones de euros, un 32,7% menos respecto al mismo período del año pasado. En España, la caída es mucho más tímida, del 10,6%, habiendo captado 3.056,1 millones de euros.

Recuperar el atractivo

Ante este panorama, la región quiere recuperar el atractivo y volverse a situarse como uno de los principales escaparates españoles ante el mundo. Para ello, distintas entidades, así como la Generalitat de Cataluña, a través de Acció, buscan atraer a empresas de todo el globo. Entre los principales países inversores en Catalunya están Francia (14,3% del total en 2020, según Acció) e Inglaterra (13%) y Japón (10,4%). También interesa mucho Estados Unidos por su capacidad económica.

En ese sentido, Acció trabaja actualmente con 450 proyectos de inversión extranjera, que suponen una inversión potencial de 13.900 millones de euros y la creación potencial de 50.000 puestos de trabajo, es decir 117 empleos por proyecto. Según estos datos, los 450 proyectos suponen la cifra más alta de la serie histórica. El objetivo es que el número de las multinacionales con presencia en Cataluña pase de las 8.900 actuales a las 10.000 en los próximos 10 años.

Paralelamente, entidades como Barcelona Global están dedicando esfuerzos a la atracción de inversiones. La creación de Barcelona & Partners, iniciativa a la que se ha sumado el Ayuntamiento de Barcelona, va en esa dirección. Es una agencia de inversión privada y selectiva que nace con el objetivo de atraer empresas e iniciativas a Barcelona, focalizándose en la nueva economía con un crecimiento exponencial.

El mismo ayuntamiento de Barcelona ha incluido puntos específicos para la inversión extranjera en el Barcelona Green Deal, la hoja de ruta para la economía de la ciudad de cara al resto de la década con objetivos, entre otros, de convertirse en la capital digital y tecnológica de Europa.

Todo esto llega en el contexto político más calmado del último lustro. Los indultos han relajado las relaciones entre Gobierno y Govern y han vuelto las fotos de concordia con representantes catalanes y españoles. Mensajes de tranquilidad que podrían motivar a las empresas internacionales a apostar por Catalunya.

División de opiniones

Albert Peters, presidente del Círculo de directivos de habla alemana, sigue pensando que, pese a lo visto estas últimas semanas, "en general hay que cambiar las circunstancias en Barcelona, Cataluña y también España para que tengamos una mejor perspectiva para invertir aquí". Peters insiste en que no solo es cuestión de política, sino también económica: "Falta mucho en Cataluña en términos de infraestructuras. Llevamos 20 años con el Corredor Mediterráneo y nada". También indica que hace falta demanda: "Si la situación económica actual mejora podremos invertir, sino, no". Con todo, Peters reconoce que el encuentro entre Pere Aragonès, el rey Felipe IV, Ada Colau y Pedro Sánchez en el Mobile World Congress es una buena señal para las empresas. "Reducir la tensión da esperanza para mejorar inversiones".

Desde Japón tampoco son optimistas. Miguel Ángel Martínez, presidente de la Cámara de Comercio Hispano Japonesa, expone que "no es un momento proclive para que Japón invierta fuera. Deben pasar los efectos de la pandemia y las Olimpiadas".

Más optimistas son desde Francia, primer socio comercial de Cataluña. Carlos Gonzalo, responsable de la Actividad Asociativa y TIC de la Cámara de Comercio Francesa, argumenta que "Cataluña sigue siendo atractiva para los inversores franceses". Según Gonzalo, es el atractivo de Barcelona lo que llama a las compañías francesas. "Los emprendedores franceses vienen a desarrollar su proyecto por el ecosistema, el talento, el mercado receptivo a nuevas tecnologías y la calidad de vida".

Desde la perspectiva británica, Isabel Perea, vicepresidenta regional en Barcelona de la Cámara de comercio británica en España, comparte cierto optimismo con el caso francés, alegando "un tejido productivo vibrante e internacionalizado, una localización privilegiada en el arco mediterráneo, buenas infraestructuras y buena cantera de talento" como los principales detonantes de que, en 2020, Cataluña se mantuviera como el segundo principal destino de inversión británica en España, por detrás de Madrid, con casi 300 millones de euros captados. Perea alude a la prudencia para confirmar que "la inversión ha sido resistente al Brexit", con 2.300 millones entre 2014 y 2020, y que "las compañías británicas seguirán invirtiendo en Cataluña".

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