
Las dificultades para encontrar trabajo de muchos jóvenes, la llegada de la digitalización complicando la situación laboral de los más mayores o la aparición de nuevas fórmulas de negocio han propiciado que esta última década se haya fortalecido la figura del autoempleo.
El emprendimiento cada vez está más a la orden del día. Sin embargo, estos trabajadores son profesionales en su campo que no tienen porqué estar especializados en cuestiones administrativas. Esto provoca que muchas personas cometan errores al darse de alta como autónomo que les hacen perder dinero.
No elegir el epígrafe adecuado en el IAE
Algunos autónomos no le dan suficiente importancia a este punto. Sin embargo, elegir el epígrafe dentro del Impuesto de Actividades Económica (IAE) deriva en muchas consecuencias que hay que tener en cuenta:
- Existen actividades que está exentas de I.V.A., de modo que no habrá que presentar el modelo 303.
- Por norma general, habrá que presentar el Modelo 130. No obstante, existen algunas profesiones que pueden optar por actividades que no llevan aparejadas esta obligación. Por lo que el autónomo no tendrá que adelantar dinero a Hacienda a cuenta de la Renta.
- La actividad económica elegida determina si habrá que aplicar retención en las facturas.
- El tipo de actividad también afecta a los gastos deducibles del negocio.
No capitalizar el paro antes de darse de alta como autónomo
El pago único es una medida de fomento del autoempleo. Gracias a esta iniciativa, el emprendedor puede capitalizar el paro restante de su prestación por desempleo como asalariado para destinarlo a la creación de su negocio. Existen varias formas de recibir esta prestación:
- Puede solicitar y obtener en un solo pago la cantidad, con el límite máximo del 60% del importe total de la prestación pendiente de percibir. Este límite se eleva al 100% para hombres con una edad de hasta 30 años y mujeres hasta 35 años.
- Puede solicitar y obtener exclusivamente la cantidad que justifique como inversión.
- Puede solicitar y obtener exclusivamente el importe total de la prestación pendiente de percibir para la subvención de cuotas a la Seguridad Social.
Elegir mal la base de cotización
Este es un problema extendido por gran parte del colectivo de autónomos. No hay que entender la cotización al RETA como un gasto fijo mensual, si no como una inversión a futuro en las prestaciones propias; como un posible accidente laboral o un cese de actividad, o la misma jubilación.
La cuantía de estas prestaciones depende de la base por la que el autónomo haya cotizado. Por lo que pensar que cotizar por la mínima siempre es una buena opción es un error grave. El autónomo tiene que ser consciente y previsor a la hora de conocer sus ingresos y cotizar en base a ellos.
Tramitar primero el alta en Hacienda
Desde 2018, el emprendedor debe comunicar el alta en la Seguridad Social como autónomo con carácter previo al inicio de la actividad y hasta 60 días antes. Una vez realizado este trámite, será el momento de darse de alta en Hacienda.
Comprar material deducible antes del alta en Hacienda
Es un error muy habitual. No es aconsejable realizar ningún tipo de inversión antes de estar dado de alta en Hacienda, ya que se pueden generar varios problemas a la hora de deducir el IVA y, además, se puede incurrir en una sanción al saltarse un requisito administrativo formal.
No reflejar la vivienda cuando se va a trabajar desde casa
Hoy más que nunca, con el teletrabajo en pleno apogeo, a la hora de rellenar los modelos 036 o 037 el emprendedor debe reflejar los metros cuadrados de la vivienda en la que va a ejercer su profesión. De esta forma, podrá deducirse el porcentaje de IVA correspondiente de los gastos totales en su hogar.