Economía

El ascenso de un independentista radical hispanófobo

  • Hizo campaña contra la Constitución europea si no declaraba oficial el catalán
  • Discrepa de la utilidad de la Mesa de Diálogo pese a haber participado en ella
  • Defiende la teoría de que Cristóbal Colón era catalán y partió de Cataluña
El vicepresidente de la Generalitat y conseller Políticas Digitales e Infraestructuras, Jordi Puigneró. EP
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El nuevo vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, del entorno próximo al expresidente catalán Carles Puigdemont, es un independentista radical hasta el punto de apoyar las teorías pseudohistóricas sobre que Cristóbal Colón era catalán y partió de Cataluña a descubrir el Nuevo Continente, y de haber hecho campaña contra la Constitución europea en sus inicios políticos si no declaraba la oficialidad del catalán. Y además, carga contra cualquier cosa que "huela" a España.Pero sus habituales exabruptos en las redes sociales, de los que hay más ejemplos en las siguientes líneas, no han frenado su ascenso político.

Aficionado al excursionismo de montaña, Puigneró ha ido ascendiendo en la política catalana hasta el máximo cargo que hoy por hoy podía ostentar en el Ejecutivo autonómico por parte de Junts per Catalunya. Ingeniero informático, independentista acérrimo y puigdemontista declarado, los últimos ocho años ha ido construyendo desde distintos cargos en el Govern las bases de la "república catalana digital", sobre la que ha escrito hasta un libro donde la define como el quinto poder, y fue uno de los primeros en hacerse el carné inventado este abril por el Consell per la República como identidad republicana digital, aunque de momento es solo un código QR de pago sin utilidad más allá de la propia entidad que lidera Puigdemont. Es más, Puigneró ahora intentará extrapolar la idea a una vía más oficial a través de una identidad digital avalada por la Generalitat, según consta en los acuerdos entre ERC y Junts para desbloquear esta legislatura en el tiempo de descuento.

La NASA catalana

Puigneró, hasta ahora siempre con responsabilidades autonómicas en el ámbito de las telecomunicaciones, que mantendrá, fue el encargado de asegurar la estructura digital para la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, y también para el referéndum del 1 de octubre de 2017, por lo que fue investigado. También ha impulsado "estructuras de Estado" digitales como la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña y un proyecto para lanzar dos nanosatélites al espacio del que ya hay uno en órbita. De todas formas, la denominada NASA catalana es en realidad un contrato de servicios con una empresa de satélites que es la propietaria de los aparatos y para la que la Generalitat es solo un cliente más de los muchos que puede tener cada uno de sus aparatos, que no son exclusivos para el Govern catalán.

En el trato personal por motivos profesionales, Puigneró suele mostrarse más bien frío, marcando distancias, pero en las redes sociales despliega un arsenal flamígero en favor de lo catalán, de la independencia y también contra España, con calificativos como "Ejpañistán" y comparaciones con los tiempos feudales.

La hemeroteca en este sentido es extensa, pero su activismo digital es tan abultado que se pueden encontrar ejemplos de corto plazo. Hace años que defiende las teorías del Institut Nova Història, que sostiene que muchos personajes históricos eran catalanes, desde Cristóbal Colón a Leonardo Da Vinci. También comparó en 2012 el federalismo español con un marido maltratador que promete que se reformará cuando su mujer se pone a hacer las maletas, en un ejemplo que fue muy criticado por desafortunado. Pero no hayque ir tan atrás, este 8 de abril tuiteó "¿España una democracia plena? Más bien una democracia que da pena ", y el día 19 del mismo mes defendió la Superliga de fútbol porque suponía "salir del marco mental del concepto de liga española" y porque la libertad de asociación de los clubes para jugar en la liga que consideren es "un princpio básico de cualquier democracia liberal". Y eso que el principal impulsor era el Real Madrid, mientras que Puigneró es culé antimadridista.

En las redes sociales también demuestra su independentismo hasta en el nombre de su cuenta oficial, en la que juega con la grafía de su apellido para incorporar la fecha del referéndum, escirbiendo Pu1gnerO.

Como vicepresidente, hará de pepito grillo de Junts y Puigdemont para Pere Aragonès, al que ya lanzó un recordatorio en la propia felicitación por su elección como presidente de la Generalitat el pasado viernes en el Parlament. En un tuit, tras la enhorabuena, plasmó que "el mandato de las urnas es la independencia de Cataluña", y que desde Junts le acompañarán para hacerlo posible.

Puigneró fue uno de los representantes catalanes en el debut de la Mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat antes de la pandemia, ya que entre sus competencias de la anterior legislatura, además del área digital, también estaba la de Administración Pública, pero siempre se ha mostrado crítico con su eficacia.

En su nueva etapa, además de las infraestructuras digitales, gana la responsabilidad sobre las infraestructuras en general, por lo que queda en sus manos la postura de la Generalitat sobre la ampliación del Aeropuerto de El Prat propuesta por Aena, que prevé tomar una decisión en julio.

Nacido en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en 1974 y miembro de las juventudes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), tras unos años en el sector privado al acabar los estudios (en empresas como Deutsche Bank en Frankfurt como analista y en IBM en Barcelona como consultor) empezó su carrera política como concejal en el ayuntamiento de su localidad natal pero, quienes le conocen, reconocen en él a un "político ambicioso" que llegó al gobierno autonómico en 2013 y que ha sobrevivido a tres elecciones autonómicas desde entonces (las de 2015, 2017 y 2021). De hecho, tras la última cita con las urnas del 14 de febrero, es de los pocos consellers que continuará en el Govern.

Pero su camino ha sido sinuoso, ya que ha llegado al cargo tras las renuncias de otros militantes de Junts cercanos al expresidente catalán Carles Puigdemont: los vicepresidentes de Junts per Catalunya Elsa Artadi y Josep Rius. Con todo, Puigneró apunta alto: ya se había postulado para liderar las listas de Junts para los comicios de febrero, aunque finalmente no se presentó a las primarias y la elegida fue Laura Borràs, que tras la victoria de ERC sobre Junts aceptó, al no poder ser la primera presidenta catalana, convertirse en la segunda autoridad con la presidencia del Parlament.

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