La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, compareció este viernes ante la prensa para comunicar que el Gobierno remitiría a Bruselas antes de que terminase el día el Programa de Estabilidad. Pero sobre todo, lo hizo para desvelar que las Administraciones Públicas españolas cerrarán el año con un déficit del 8,4%, lo que supone siete décimas más de lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado (7,7%).
Sin embargo, la contribución de los fondos comunitarios permiten al Gobierno aspirar a una fuerte reducción en los próximos años, hasta colocar el desfase presupuestario en el 3,2% del PIB en 2024. Aunque la mayor reducción se recogerá el próximo año con el grueso de los fondos Next Generation que permitiría reducirlo al 5%.
Respecto a la deuda pública, si bien el déficit será abultado en los próximos años, el Gobierno confía que el tirón de la economía permita ir rebajando el ratio respecto al PIB. De hecho, las previsiones remitidas a la Comisión hablan de una bajada del ratio de deuda pública sobre PIB de cinco décimas, al 119,5%, para este año. Una bajada sostenida en el tiempo hasta colocar la deuda en el 112,1% del PIB en 2024, muy lejos del 95,5% de 2019.
6,5% de crecimiento
Los malos resultados económicos de la economía española durante el primer trimestre del año, que se colocó en negativo al descender un 0,5% respecto al cuarto trimestre de 2020 han hecho que el Ejecutivo varíe, a la baja, sus previsiones económicas. Ayer, Montero reiteró la previsión de un crecimiento del 6,5% para el conjunto del año que ya anunció a principio de abril la vicepresidente segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Lejos del 9,8% que se recogió en los Presupuestos Generales.
Los ingresos serán este año de 489.643, un 5,7% más que en 2020, incluyendo cotizaciones sociales, lo que supondrá superar los obtenidos en 2019 (487.804). El mayor tirón procede de los impuestos, 275.243 millones, un 7,6% de aumento. En los Presupuestos, la previsión era aumentar los ingresos un 13%, aunque además del efecto inercial del crecimiento de la economía, se contabilizó el impacto de una serie de medidas fiscales valoradas en más de 6.000 millones de euros. Algunas no se llevarán a cabo o estarán lejos de las previsiones estimadas entonces. No obstante, Hacienda hacer referencia a ellas en la subida del 7,6%, pero sin cuantificar su efecto.
Según los datos remitidos a Bruselas, el Erario español recaudará 104.709 millones de euros en IRPF, un 5,9%, por debajo del crecimiento del 6,5% de la economía. No obstante, cabe recordar que este tributo ha sido de los menos perjudicado por la pandemia, pues la inyección de dinero público en Ertes y ceses de actividad de autónomos ha mantenido artificialmente los ingresos de los trabajadores.
Mayores ingresos espera obtener Hacienda con el Impuesto sobre Sociedades, 25.177 millones de euros, casi un 14% más que el pasado año. Este tributo sí tuvo un fuerte impacto con el Covid, pues muchas empresas vieron caer en picado sus beneficios e, incluso, muchas han reportado pérdidas.
Incluyendo las cotizaciones sociales, los ingresos aumentaran un 5,7%
En el caso de la tributación indirecta, el aumento del consumo privado -previsto por el Gobierno en un 7,3%- y un 2,5% en el gasto público tirarán de los ingresos del IVA que Hacienda aspira a superar ligeramente los 76.000 millones de euros. Lo que de alcanzarse arrojaría un incremento del 7,8% por encima del pasado año. Algo peor se comportarán los Impuestos especiales, pues según las previsiones de Montero crecerá un 4,6% hasta los 21.490 millones de euros.
Aunque la previsión para 2021 es peor de la esperada a finales del año pasado cuando se aprobaron los Presupuestos, el Gobierno considera que se trata de un retraso en los ritmos de crecimiento. De esta forma, para el próximo año la economía española crecerá un 7% claramente por el tirón de los fondos comunitarios. A diferencia de este 2021, el consumo, tanto privado como público, irá dejando paso a la inversión empresarial. El cuadro macroeconómico remitido a Bruselas confía en que este 2021 la formación bruta de capita crezca un 10,3%, para aumentar dos puntos el próximo año.
Respecto a las previsiones de empleo, el Gobierno ha comunicado a Bruselas que la tasa de paro se reducirá en tres décimas esta año, al 15,2%, lo que supone un punto menos del 16,3% que el Ejecutivo pronosticó cuando elaboró los Presupuestos. La confianza del Ejecutivo es que para 2024 el desempleo se sitúa en el 12,7%, y que para el próximo ejercicio se recupere la situación anterior al Covid, con un desempleo cifrado en el 14,1%.
La ministra de Hacienda insistió ayer en que el nuevo cuadro macro remitido a Bruselas tiene el aval de la Airef.
Hasta febrero, el saldo negativo crece un 55,8% sobre 2020
El déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 18.231 millones de euros hasta febrero, lo que supone sumar 6.528 millones a la cifra registrada un año antes, un 55,8% más, como consecuencia del impacto de la pandemia, por lo que escala al 1,51% del PIB, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Hacienda. Éste es el resultado de las administraciones públicas, a falta de integrar los datos de las corporaciones locales y sin incluir las ayudas financieras.
No obstante, si se incluye el saldo negativo de la ayuda a las instituciones financieras (29 millones en 2020 y 18 millones en 2021), el déficit se mantiene en el 1,51% del PIB. Hacienda indica que hay que tener en cuenta que a la hora de comparar las cifras que los datos registrados en enero y febrero de 2020 no estaban afectados todavía por la Covid-19. Por su parte, el déficit del Estado hasta marzo se situó en el 0,92% del PIB, frente al 0,49% registrado en el mismo periodo de 2020, debido a un descenso de los ingresos no financieros.