Economía

Ni sector público, ni universidades: la gran brecha de I+D en España está en las empresas y tiene explicación

  • El gasto de las empresas en I+D es del 0,7% del PIB frente al 1,48% de Europa
  • Las empresas españolas no invierten en I+D por su tamaño y composición
  • España también se encuentra levemente por debajo en educación y sector público
Foto: Archivo.

El problema de la economía de España con la inversión en investigación y el desarrollo (I+D) viene de lejos. Este déficit relativo en la inversión en I+D tiene consecuencias evidentes: una menor productividad, menos patentes, deficiencias en la educación (sobre todo la superior) o la célebre 'fuga de cerebros' en busca oportunidades fuera de España. ¿Qué se puede hacer para resolver este problema? Lo primero, quizá, es buscar la raíz del problema y ver qué sectores son los que no invierten en I+D y por qué no lo hacen. Un nuevo trabajo publicado por Fedea da algunas pistas que pueden responder a esta cuestión.

Este trabajo, realizado por Juan Mulet, utiliza los datos de 2019 (últimos disponibles) que se encuentran también publicados por Eurostat, lo que permite hacer una comparación a nivel europeo del gasto de España en I+D y analizar sector a sector para ver dónde están los puntos débiles e intentar buscar una explicación. Aunque España muestra cierta carencia en la inversión en I+D en todos los sectores, son las empresas privadas las que presentan un mayor gap o distancia respecto a la media europea.

Acudiendo a los datos Eurostat se puede ver que la inversión en I+D en España sigue una tendencia creciente en los últimos años, pero que ha sido insuficiente para recortar distancia con la zona euro. Los datos de 2019 revelan un crecimiento del gasto en I+D del 4,2% interanual, casi dos puntos menos que en los dos años anteriores. El gasto equivale al 1,25% del PIB, unos 15.572 millones de euros de gasto en I+D en 2019, y está todavía muy lejos del 2,2% de la media europea. ¿Pero quién gasta más o menos en I+D en España respecto al resto de Europa?

Una de las claves está la distribución de este gasto equivalente al 1,25% del PIB. Desde Fedea explican que en España el gasto se reparte casi a partes iguales entre el sector público y el privado, algo que continúa siendo anormal entre los países europeos y más cuando se compara con Japón o Corea del Sur, donde el sector privado ejecuta al menos dos tercios del total del gasto del país. La I+D se suele dividir entre empresas privadas, sector público y educación superior (universidades, colegios de tecnología y otros institutos de educación postsecundaria).

Según los datos de Eurostat, el gasto en I+D del sector público español equivale al 0,21% del PIB, frente al 0,28% de la media de la zona euro. Es decir, el gasto en I+D del sector público español es un 33% inferior al de la zona euro. Pese a todo, se encuentran países como Irlanda, Dinamarca, Italia o Portugal en los que el gasto en I+D es inferior al de España en este sector.

Por otro lado está la educación superior, donde el gasto es del 0,33% del PIB, frente al 0,46% de la zona euro. Gastamos un 39% menos que la zona euro. En este sector pocos países invierten tan poco como España, al menos cuando se analizan economías con una renta per cápita similar o superior. Solo Italia, Irlanda o Luxemburgo muestran un gasto igual o inferior al de España.

La gran brecha empresarial

Sin embargo, la gran brecha que presenta España viene sobre todo por la baja inversión de las empresas en innovación y desarrollo. Desde Fedea explican que la I+D empresarial española resiste muy mal las comparaciones internacionales. Los 8.741 millones de euros que gastaron las empresas en I+D supone solamente el 0,7% del PIB, mientras que en la zona euro la media es del 1,48% del PIB, Alemania este porcentaje es el 2,15% y en Francia el 1,44%. Las empresas españolas gastan un 53% menos en I+D que la media de la zona euro.

Por otro lado, la firmas nacionales que ejecutaron I+D en el año 2019 fueron en total 11.096, de las cuales 10.006 ocupaban a menos de 250 empleados (pymes) y 1.090 eran grandes. Pero de estas empresas solo 8.477 declaraban realizar I+D de forma continua y se distribuían en 3.920 para el sector industrial y 4.557 para el sector de servicios.

¿Por qué las empresas españolas no gastan en I+D?

Uno de los principales motivos es el tamaño del sector empresarial. Las empresas pequeñas suelen tener menos margen para el gasto en I+D, no generan suficientes ingresos para invertir en esta partida, por lo que son las empresas grandes las que suelen llevar el peso del I+D en casi todos los países.

Antes del covid, en el caso de España, el 94,5% de las empresas son micro (menos de diez empleados) y ocupan al 40,8% de los trabajadores, mientras que el 4,8% son pequeñas (entre 10 y 49 empleados) y ocupan al 19,6% de los empleados, el 0,6% son medianas, dando empleo al 13,5% y el 0,1% son grandes (más de 250 empleados) y dan trabajo al 26,1% de los ocupados.

Además, estas empresas grandes suelen ser las que se encuentran más cerca de la frontera tecnológica, son más productivas y remuneran a sus empleados con unos salarios medio más elevados. En países como Alemania, Dinamarca, Austria, Países Bajos o Finlandia, estas firmas de más de 250 empleados emplean alrededor del 35% de los ocupados, casi diez puntos porcentuales más que en España. Igualmente, en todos estos países las empresas medianas tienen un peso muy superior al de España.

Por otro lado, también es importante la composición del tejido productivo. La economía española es intensiva en sectores como la hostelería, el turismo y otras ramas del sector servicios que presentan un bajo valor añadido. Se puede ejemplificar de la siguiente forma: aunque un bar o un hotel logren unos ingresos importantes, las opciones para invertir en I+D serán casi siempre más limitadas que en una fábrica de chips o en una de coches, por ejemplo.

Los cálculos realizados por BBVA Research revelan que si España tuviera una distribución por tamaño como la que presentan las empresas alemanas, la inversión en I+D sería más del doble que la actual. Por su parte, la composición sectorial solo explicaría un 12% de la brecha en I+D con respecto a Alemania, frente al 33% causado por el tamaño empresarial.

A modo de apunte final, si el tejido empresarial español gastase en I+D una cifra similar a la media de la zona euro, el gasto total rozaría el 2% del PIB, reduciendo sobremanera la brecha con el resto de la zona euro. No obstante, aunque la mayor brecha se produzca a la inversión de las empresas, no hay que olvidar que España también sufre una brecha, aunque menor, en el gasto en I+D en educación superior y en el sector público, que también deberían resolverse.

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